El conseller de Interior, Miquel Buch, ha asegurado hoy que la protesta contra el juez Pablo Llarena fue un "ejercicio de libertad de expresión" y ha condenado la detención de un miembro del CDR por parte de la policía española. En este sentido, el conseller ha afirmado que tendrá "tolerancia e impunidad cero" ante los ataques contra la libertad de expresión que se están produciendo en los últimos meses en Catalunya.

En declaraciones en RAC1, Buch se ha dirigido directamente a Ciutadans y les ha pedido que condenen todas las agresiones y no sólo las que los afectan a ellos, tal como hará la Conselleria. "Es una manera de tener normalidad política y de demostrar que quieres defender los intereses de todos los ciudadanos. Los recomiendo que se dediquen a denunciar y condenar todas las agresiones y no a retirar lazos amarillos", ha sentenciado.

Respecto a la agresión de un policía nacional al fotoperiodista Jordi Borràs el consejero ha defendido la actuación del cuerpo de Policía Nacional, ya que ha señalado que los Mossos d'Esquadra "habrían actuado igual". "Sacaríamos adelante una investigación, tomaríamos declaración, y si se probara que hay un delito penal, se pondría en manos de la justicia. También se pasaría a los servicios internos del cuerpo y se abriría un expediente: actuaríamos igual", ha asegurado.

Buch carga contra el Estado por el 17-A

El conseller ha criticado con dureza la actuación del gobierno español en la gestión de los atentados del pasado 17 de agosto a Barcelona y Cambrils. Tal como destapa el sumario, a pesar de haber estado en prisión, los Mossos d'Esquadra no tenían los antecedentes del Imán de Ripoll. Por eso, desde la conselleria se ha iniciado una investigación y se han considerado los hechos de "inusuales". "Normalmente, si una persona ha estado en la prisión, nos constan sus antecedentes. Eso es la normalidad y en el caso del Imán no era así. No deja de ser sorprendente", ha señalado.

Por otra parte, también ha denunciado que, a pesar de las promesas del ejecutivo español, un año después del atentado, los Mossos todavía no tienen acceso a la base de datos de las policías europeas. Por eso, ha anunciado que exigirá al nuevo ministro Marlaska que se cumplan los tratados de seguridad.

Sin embargo, el Buch ha querido ser prudente y comentado en profundidad el sumario del 17-A hasta que no haya una investigación judicial cerrada. El conseller ha hecho un llamamiento a la población a "no criminalizar a todo un colectivo por su religión" y ha pedido que en el primer aniversario del atentado se recuerde a las víctimas y se alabe el trabajo de los equipos de seguridad y hospitalarios.