El abogado Gonzalo Boye ha cargado contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por las cargas policiales que se vivieron ayer en el barrio de Vallecas, en Madrid, para proteger un acto electoral del partido ultra Vox. Boye ha reaccionado a la defensa que ha realizado el ministerio del Interior del dispositivo policial que se adoptó, que a su entender fue "de acuerdo" con la "complejidad".

"Es posible que quien no vaya de acuerdo con la complejidad del momento que se está viviendo, sea el ministro del Interior", ha soltado Boye, cuestionando Grande-Marlaska.

Boye

 

Según fuentes de los servicios de emergencias, el servicio médico tuvo que atender en Vallecas al menos a 14 personas por "brechas, abrasiones y contusiones", todas leves. Entre ellos, un policía con una luxación en un hombro. Hubo tres traslados hospitalarios. Por otra parte, fuentes policiales informaron de al menos dos detenciones.

La extrema derecha decidió hacer de la presentación de la campaña madrileña un espectáculo, un show al nivel del protagonizado ya en ciudades catalanas y vascas. Por eso, dos horas antes ya había un gran dispositivo policial en torno a la Plaza de la Constitución de Vallecas, conocida popularmente como Plaza Roja y que es en gran parte un parque infantil. También controles contra algunos jóvenes en el metro. Una hora antes del acto los antifascistas consiguieron traspasar el cordón policial. Fue gracias a un reportero ultra que llevó de cabeza a los policías y los antifascistas aprovecharon el resquicio de seguridad.

Manifestación Vallecas - Acto electoral VOX - 4M - EFE

Un momento de la intervención policial en el barrio de Vallecas de Madrid / EFE

Fueron poco más de cien simpatizantes de Vox llegados de fuera del barrio contra unos cuantos centenares de vecinos de Vallecas. Detrás de un cordón policial, rodearon a Santiago Abascal, Rocío Monasterio, Macarena Olona, Javier Ortega Smith y toda la tropa. Si accedieron fue gracias al enorme dispositivo policial y de seguridad. Pero no hubo suficientes decibelios en los altavoces para taparlo sin programas de edición. La policía tuvo que hacer el trabajo sucio.

Los incidentes empezaron cuando Abascal, enmudecido por los gritos de los antifascistas, decidió bajar del escenario y enfrentarse a los manifestantes. Le lanzaron una botella de plástico, que el líder de Vox vendió como un intento de "lapidación a pedradas". A partir de aquí, la policía fue dispersando a los antifascistas, que estaban quietos, simplemente gritando, intentando traspasar el cordón. Porrazos y detenciones. Eso no fue obstáculo para que Abascal denunciara que había "150 policías con las manos atadas por Marlaska". Una vez desalojada la plaza, se reanudó el mitin. Entonces sí que se escuchaba bien por los altavoces.