El abogado Gonzalo Boye ha equiparado a España con Polonia y también con Rumania, y ha asegurado que "están en choque con Europa". "Cuando vemos cómo se está interpretando el derecho en España o en Polonia, nos damos cuenta de que estamos en choque con Europa y eso acarrea a Catalunya y también al proyecto de Europa", ha lamentado.

En este sentido, el abogado del president en el exilio, Carles Puigdemont, ha asegurado que el proyecto europeo "no cuajará" mientras el derecho no sea homogéneo en todos los estados miembros. Boye ha participado esta tarde en una mesa redonda sobre Democràcia, seguretat, valors i drets, que se ha celebrado en la Universitat de Vic en el marco de una conferencia sobre el futuro de Europa, impulsada por el Govern. La consellera d'Acció Exterior, Victòria Alsina, ha clausurado el acto.

El abogado ha subrayado que "la gran apuesta de construcción europea la está haciendo el Tribunal de Justicia de la UE", porque está creando un "espacio de seguridad y libertad" común que "choca con los países en la periferia de sistemas democráticos plenos: Hungría, Polonia, Rumania y España"

Según Boye, pedimos a veces en la Unión Europea "lo que no hay dentro de los estados". "La UE es un proyecto de federación. Todos tenemos que renunciar a un trozo de bandera o de Constitución para ir hacia este proyecto conjunto", ha añadido.

Por su parte, la consellera Alsina ha indicado que la UE "no tendrá buen futuro si no escucha naciones sin estado propio como Catalunya". Y ha advertido a España que en el 2022 "podría pasar de manera más oficial todavía a la lista al lado de Polonia, Hungría y otros países que desafían el derecho comunitario".

La consellera ha defendido que "el futuro está en Europa", que es "el espacio de referencia de Catalunya", pero también ha querido lanzar un aviso a las instituciones comunitarias y los países de la UE: "Europa nos tiene que escuchar. Europa no tiene futuro si no escucha a naciones sin estado, como Catalunya, que quieren participar en estos debates y retos europeos".

Ha recordado que Catalunya ha tenido históricamente "vocación europeísta" y ha resaltado también la "mirada crítica en estos últimos años, en el buen sentido, de creer en los valores fundacionales de la UE", por lo que ha esgrimido una "escolta, Europa", parafraseando el Escolta, España del poeta Joan Maragall, que al mismo tiempo tiene los orígenes remotos en el Shemá Israel bíblico.

Alsina ha remarcado en este sentido la necesidad de atender desde la UE al derecho de autodeterminación de Catalunya y no limitarlo a una cuestión "interna" del Estado español; y ha incidido que el catalán tendría que ser oficial a las instituciones europeas, dado su peso demográfico y cultural, lo que sólo depende de la voluntad política del Estado.