No habrá cambios. La CUP ha salido al faristol del Parlament para reafirmarse en las palabras de esta mañana de la diputada Anna Gabriel que decía que no cambiaran "ni una coma" del texto de la moción rupturista que la Mesa ha decidido admitir a trámite bajo el condicionante que se cambie su contenido.

"Es coherente con lo que hemos venido haciendo desde el 9-N", ha remarcado Albert Botran, explicando que "lo único que pide es más concreción presupuestaria y calendario en el despliegue" de la declaración de ruptura. "Es un error entenderlo como una gesticulación", ha lamentado, en respuesta a las declaraciones de la portavoz del Govern, Neus Munté, que ha asegurado que el exceso de gesticulación no ayuda.

El objetivo, ha explicado el cupaire, es que "ante la ofensiva judicial, el Estado no salga con la suya", "que no bloquee las iniciativas políticas del pueblo catalán". Desde las filas anticapitalistas enfatizan que "necesitamos apelar a la movilización y a la firmeza para movilizar a un amplio espectro del independentismo". "Sin desobediencia no puede haber independencia", ha clamado Botran.

Relación incierta

Neus Munté ha mostrado hoy su confianza en que se mantenga el acuerdo de legislatura con la CUP, pero éstos no lo tienen tan claro. Los cupaires, sin embargo, no quieren "adelantarse a los acontecimientos", porque de momento no se ha hablado con los junters de los puntos concretos.

Botran ha explicado que "no se nos ha hecho llegar ninguna enmienda" y que, por lo tanto, "no nos vemos obligados a dar respuesta a los no enmendantes". Con todo, ha querido concluir con una batería de casos de personas bajo actuación judicial, como el concejal de Capgirem Vic, investigado por "incitación a la sedición".

Alguna celebración

No todo son malas noticias respecto a la relación entre los partidos independentistas. Los anticapitalistas sí que valoran, en otro orden de cosas, la creación por parte del Govern de un grupo de trabajo que aborda el debate de la deuda pública. La diputada Eulàlia Reguant ha explicado que tiene que servir para conocer "qué debemos y a quien debemos" y socializarlo no sólo con los grupos sino con la ciudadanía.

También respecto a las pistolas Taser han celebrado que "por primera vez se lleva debate político el tipo de armamento de los cuerpos de seguridad públicos de Catalunya", si bien han pedido que hasta que de este grupo no se extraigan conclusiones "ningún ayuntamiento o autoridad pueda usarlas en situaciones ordinarias".