El conseller de Exteriores, Alfred Bosch, ha descrito el examen que este jueves ha tenido que pasar España ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas como "la reprimenda más dura que ha sufrido el reino de España en materia de derechos humanos". "El Consejo de Derechos Humanos, a través del informe previo del alto comisionado de Derechos Humanos y la intervención de los países ha evidenciado que en España no se están respetando los derechos civiles y políticos", ha argumentado.

En opinión del conseller, el examen ha servido para que las Naciones Unidas denuncie desde Ginebra lo mismo que el Gobierno ha denunciado repetidamente, por lo cual ha reclamado que se respeten los derechos humanos y acabe la "represión" vivida los últimos años en el pulso entre Catalunya y España.

"Hemos visto países importantes pidiendo que se respete la libertad de expresión, los derechos humanos, que las decisiones y dictámenes de NU se cumplan; hemos visto alegatos contrarios a la brutalidad policial; hemos visto cómo se criticaba y mucho la ley mordaza. Hemos visto un despliegue de críticas al Estado español que lleva a una conclusión ineludible: que el Estado español tiene que cumplir con las Naciones Unidas, las recomendaciones dictámenes y decisiones que allí se adoptan", ha explicado.

Bosch ha concluido que hoy ha sido "un día importante" en que los países del mundo y Naciones Unidas a través de sus organismos han reclamado al Estado español "que se ponga manos a la obra, que empiece el diálogo y que el diálogo político sustituya estas vulneraciones de los derechos humanos".