El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado en una entrevista en La Sexta que Catalunya "está al borde de un enfrentamiento civil". La presentadora, Ana Pastor, se ha mostrado sorprendida por la afirmación, y ha advertido que sería polémica, pero el ministro no ha tenido inconveniente en repetirla. El socialista ha señalado que hay "mucha tensión" y que "es un momento grave en la historia de España" y ha afirmado que el nuevo gobierno español ofrecerá "diálogo en el marco constitucional y la legalidad".

Borrell ha criticado el relato del president de la Generalitat, Quim Torra, que, a su entender, plantea Catalunya "como una colonia ocupada por los españoles desde 1714, y pretende jugar ahora la carta de Kosovo". "Mientras los catalanes sigan creyendo el planteamiento de Torra, absolutamente falso, será difícil recoser heridas", ha soltado. En esta misma línea, el ministro ha asegurado que no entiende por qué el president en el exilio, Carles Puigdemont, lo ha tildado de "ultra" por algunas expresiones suyas. Borrell ha explicado que ha participado en manifestaciones de Societat Civil Catalana y ha recordado al president en el exilio que "Catalunya es diversa y plural".

Respecto al acercamiento de los presos políticos a prisiones catalanas o su liberación, Borrell ha reivindicado que esta "es una cuestión que depende de los tribunales", tal como ya defendió la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Sin embargo, el ministro ha reconocido que le gustaría que los presos "estuvieran en condiciones de participar en el debate político". En concreto, Borrell ha citado que le gustaría poder dialogar con el líder de ERC Oriol Junqueras, ya que "almenos no ha huido y contribuiría a rebajar la tensión de una sociedad al borde del enfrentamiento civil". Le ha contrapuesto a Puigdemont.

Borrell ha asegurado de todos modos que "la primera obligación del gobierno es mantener la integridad territorial de España, que hoy está en peligro" y, por eso, ha asegurado que desde el nuevo gobierno harán "todo el posible para resolver este conflicto a través de abrir vías de diálogo, pero siempre que sea dentro de la legalidad".

Por otra parte, Borrell se ha referido a las declaraciones de la consellera en el exilio Clara Ponsatí, que ayer reconoció los errores del gobierno catalán en los días posteriores del referéndum y asumió que "estaban jugando a póquer e iban de farol". Por este motivo, el ministro ha querido advertir de forma despectiva que "la próxima vez que jueguen al póquer que lo hagan con garbanzos". El ministro ha acusado al gobierno catalán de haber dañado "el prestigio de España" en el mundo, y de haber propiciado el retorno de "la leyenda negra". "La España actual no es un remedo del franquismo", ha asegurado.

Por último, el socialista ha querido matizar las declaraciones en que afirmaba que "había que desinfectar Catalunya". Borrell ha indicado que la palabra "desinfectar" la refería a las "heridas de la sociedad catalana" y no a a los catalanes. "Sé que fue una palabra demasiado fuerte, podría haber dicho recoser", ha admitido.