El tempo de la investidura está en sus manos y, un día más, Laura Borràs ha recetado paciencia a ERC. Para que pueda celebrarse la sesión que sirva para hacer president a Pere Aragonès, antes hace falta que la presidenta del Parlament convoque la obligada ronda de contactos con los líderes de los grupos parlamentarios. Y no tiene intención de hacerlo de manera inmediata. "Dejaremos que maduren las negociaciones", ha comunicado la jefa de filas de Junts esta mañana en una comparecencia desde el exterior de la cámara catalana, con motivo de la Diada de Sant Jordi.

La semana empezaba con un mensaje en forma de ultimátum de Esquerra Republicana a los junteros, en el cual ponían el 1 de mayo como fecha límite para cerrar un pacto. Eso sí, sin anunciar —todavía— cuáles serán las consecuencias si el acuerdo no llega antes de aquel día. Cinco días después, Borràs ha recomendado a "aquellos que ahora tienen prisa" que no quieran "precipitar" las cosas, porque si ahora se firmara un acuerdo a toda prisa y "después llegaran turbulencias" se arrepentirían todos. "Dejemos trabajar bien", ha reclamado la presidenta de la cámara.

 

En Junts siguen, pues, impertérritos ante el pressing que ERC ha redoblado especialmente esta semana. Desde el lunes, las reuniones entre los equipos negociadores de los dos partidos se han multiplicado, y aunque se avanza en varias carpetas —sobre todo en lo que tiene que ver con el programa de gobierno vinculado a la gestión del día a día— continúa el pulso en relación a temas clave como el Consell per la República y la coordinación de la estrategia para hacer vía hacia la República.

Ante esta realidad, Borràs ha subrayado que "es importante, más que un gobierno deprisa, un gobierno fuerte y sólido". Por eso, ha dejado claro a los de Junqueras que la ronda de consultas la convocará cuando tenga "señales de que está prevista una investidura que no sea fallida y pueda tirar adelante". Mientras tanto, ha dicho, "el gobierno en funciones funciona y puede funcionar hasta que llegue el acuerdo".

Un Sant Jordi de esperanza

Durante su atención a los medios de comunicación, Laura Borràs ha celebrado que después de que la pandemia privara a Catalunya de celebrar la Diada de Sant Jordi, esta vez haya un soplo de esperanza, especialmente para el sector de la literatura y de las flores. Sin embargo, ha querido resaltar que la jornada de este año todavía será diferente, dentro de la anormalidad sanitaria de la Covid y la anormalidad democrática que supone que haya todavía presos políticos y exiliados.

En la imagen principal, Borràs comparece delante del Parlament.