Se habla mucho de la mesa de diálogo, pero a estas alturas no se sabe cuando se volverá a reunir ni si realmente produjo algún avance en la última sesión en que Junts no pudo asistir después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no aceptara los nombres de los asistentes propuestos por sus socios de gobierno. Mientras los republicanos invitan a Junts a volver a incorporarse a la mesa, estos denuncian que sus candidatos fueron vetados. Hoy, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha incorporado un nuevo elemento del cual últimamente no se hablaba: la necesidad de que haya un mediador.

Es una cuestión que Junts, tanto mediante los presidentes Carles Puigdemont y Quim Torra, siempre han defendido, y que se aprobó en la pasada legislatura: "La mesa de diálogo tendría que tener un mediador. Cuando no se quieren poner según qué temas en la agenda, aceptar la representación, no hay mediador y no se quiere en la parte incómoda en la mesa, poca voluntad de resolver el conflicto hay", ha proclamado en una entrevista en TV3.

La presidenta de la Cámara catalana ha asegurado que dentro de Junts hay unanimidad con respecto a la mesa de diálogo: creen que para que pueda tener resultados y ser "alguna cosa diferente" tienen que poder estar todos aquellos que quieran asistir y se tiene que poder negociar y no sólo "debatir, hablar y dialogar sobre lo que hay que negociar", y ha añadido que la voluntad de negociación por su parte está toda.

Más de medio año de presidencia

Ahora que hace más de medio año que Borràs es presidenta, también ha querido hacer balance de su función, no libre de momentos que han tenido mucha resonancia, como cuando ha parado los pies en Vox para vulnerar el código de conducta esta misma semana. En este sentido ha defendido que se comporta con imparcialidad y que trata a todos los diputados por igual.

También ha criticado que desde que asumió el cargo ya ha sufrido querellas por parte de Vox, Cs, denuncias en el Tribunal Supremo, a la Junta Electoral Central, reprobaciones o bien la última, que el Tribunal Constitucional haya admitido a trámite, un recurso que el PSC presentó contra la Mesa del Parlamento por el voto delegado del exconsejero|exconseller Lluís Puig.

"Uno de los escenarios donde se libra una batalla, que tendría que ser política, pero que es judicial, es el Parlament", ha apuntado Borràs, que ha criticado que hay un intento de politizar cualquier cuestión y que tenga consecuencias jurídicas. En este sentido ha dicho que ve un claro componente de persecución y ha reprochado que no puede ser que se hable de concordia por un lado y que por el otro te lleven al Constitucional.

Puigdemont

Preguntada por la puesta en libertad de Puigdemont el lunes pasado después de declarar, ha asegurado que la credibilidad del Estado es cada vez más baja en Europa y lo ha demostrado con el hecho que el presidente puede viajar a diferentes sitios excepto a España.

Sobre que la Fundación Villacisneros entregue al juez del Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, su premio anual para considerar que trabaja en defensa del Estado de derecho, Borràs ha lanzado: "Ya le pueden dar premios, seguro que en Europa no les darán".