Ni una semana ha tardado a criticar las autoridades españolas. El nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, ha abroncado a Felipe VI por llegar tarde a la toma de posesión y ha tildado la actitud del jefe de Estado de "inaceptable". La cuestión es que la ceremonia de investidura celebrada el viernes pasado en la ciudad de Valparaíso empezó con retraso. Un retraso del cual Boric ha responsabilizado al rey español. "Me pareció bien inaceptable que se retrasara la ceremonia porque el rey de España se había retrasado. Pero bien, son cosas que pasan. Uno tiene que respetar por cierto los protocolos establecidos", ha señalado al nuevo presidente chileno en una entrevista este martes con el canal T13.

La Casa Real ha respondido a las acusaciones de Boric y ha asegurado que el Rey se ajustó a las indicaciones de los responsables de protocolo en Chile y que la delegación española, como otros muchas, tuvo que esperar un buen rato parada. "Nosotros seguimos en todo momento las indicaciones de protocolo y seguridad chilenos, que son los que marcan el ritmo de llegada de las caravanas. De hecho, la caravana con la delegación española estuvo esperando en fila detrás de otros hasta que protocolo y seguridad dieron la instrucción que ya se podía acceder", ha explicado la institución en un comunicado. Es decir, que los españoles culpan ahora a los anfitriones.

 

Lejos de saber de quién es la responsabilidad de este asunto, lo que es cierto es que las relaciones españolas con el nuevo presidente chileno no han empezado lo bastante bien. Es un problema que se añade al resto de cuestiones pendientes que tiene la diplomacia española en América Latina. La última y más notoria es la que protagonizó el actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuando propuso "hacer una pausa" en las relaciones entre México y el estado español. Una dura sugerencia que tiene que ver con la negativa de España a la hora de pedir perdón y reparar el daño que hizo la conquista española en el territorio mexicano.

 

Volviendo a Boric, fue el pasado 20 de diciembre del 2021 cuando el joven dirigente de izquierdas y de ascendencia catalana ganó las elecciones chilenas. Casi tres meses más tarde ha sido investido oficialmente. Desde Catalunya habrá que tener un ojo sobre el nuevo presidente de Chile, ya que tiene fuertes vínculos con el país: sin ir más lejos, su madre es de Badalona. En una entrevista con Pablo Iglesias, Boric aprovechó para practicar un poco su catalán. De hecho, es una persona que siempre ha criticado la represión del estado español contra el movimiento independentista catalán. Así pues, es curioso como no se ha esperado ni una semana a lanzar los primeros dardos a altos cargos españoles.