Hace años que Germà Bel (Les Cases d'Alcanar, 1963) denuncia la política de infraestructuras del Gobierno español en relación a Catalunya y disecciona los conflictos políticos con el Estado. Es por eso que, después de haber ocupado un escaño en el Congreso el año 2000 bajo las siglas del PSC, este doctor en Economía por la UB y master por la Universidad de Chicago, tomará hoy posesión del acta de diputado por JxSí. Bel habla tan rápido que las palabras se encabalgan, pero ni la velocidad ni su marcado acento le hacen perder claridad en la apuesta indiscutible por respetar el compromiso de JxSí de hacer a Mas president.

¿Cuántas veces se ha arrepentido ya de haberse presentado con la lista de Junts pel Sí? ¡Al revés! Tuve que racionalizar tanto el hecho de aceptar que es prácticamente imposible que me pueda arrepentir.

¿La campaña funcionó bien? Esta campaña justifica sobradamente la decisión de haber aceptado el compromiso. Sólo la campaña en sí le da sentido a todo.

¿El resultado se lo esperaba? La necesidad de un segundo grupo con participación activa para investir al candidato era un escenario que me parecía probable.

Este escenario obliga a la CUP a decidir si está dispuesta a investir a Artur Mas... Cuando un compromiso electoral es muy claro, ya sea votar a tu candidato o no votar otro, estamos todos en la misma situación de radicalidad democrática. Hay una segunda cuestión, sin embargo, de legitimidad democrática: la mayor parte de la gente piensa que 1.620.000 votos es más que 330.000. Siempre desde la premisa que cada voto vale igual. Y hay una tercera reflexión: las excomuniones personales son una cosa eclesial. Son las iglesias las que excomulgan personas, pero no es propio de la política pública anatematizar personas. Un poco sí me ha sorprendido esta aproximación religiosa a la política pública.

Germà Bel

¿Se puede plantear JxSí renunciar a hacer a Mas president? Es una línea roja para JxSi. Nadie nunca, y lo hemos debatido un par de veces, se ha expresado en contra de no romper bajo ninguna circunstancia nuestro compromiso y no entraremos en una cuestión religiosa.

¿Puede ser una solución Neus Munté? Sí. Hay 62 diputados en el grupo de JxSí que podrían ser una solución. El problema es que nosotros no construiremos una república cívica sobre un corazón roto, sobre un corazón podrido que es la ruptura del compromiso con nuestros electores. El nombre de la persona es indiferente. Es una cuestión de radicalidad democrática. En este momento el nombre es Artur Mas, pero no es un tema de la persona, es lo que han votado 1.620.000 personas sabiendo que era nuestra propuesta. Lo que no haremos es traicionar nuestra propuesta. No construiremos nuestra república cívica sobre bases carcomidas.

Pero la CUP también tiene un compromiso que es no hacer a Mas presidente... Cuando tú haces un compromiso que excomulga a una persona tienes que valorar. Compartimos la radicalidad democrática, pero no sé si tenemos igual visión de la legitimidad democrática. Este es el reto que tiene a la CUP encima de la mesa: si una excomulgación personal, un anatema personal, es más importante que la independencia.

La alternativa es convocar elecciones, si no es posible un acuerdo. Yo en este momento no diría que sea una alternativa. Estoy convencido de que al final, como todos tenemos claro qué queremos hacer, encontraremos las formas como hacerlo. Nadie desea nuevas elecciones, menos JxSí. También es verdad que nunca nadie tiene que temer el pronunciamiento de los electores. La democracia es la principal fuerza de la gente que queremos crear un Estado independiente. Pero estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo también en el quién.

¿Eso quiere decir que la CUP cederá? Quiere decir que llegaremos a un acuerdo si estamos en un proceso de política pública y no un proceso para-religioso, de excomuniones personales.

¿Una solución podría ser buscar otro cargo para Mas? Los ciudadanos de Catalunya nos piden que no hagamos política barroca, ni política manierista italiana. En los acuerdos que haremos con la CUP se entenderá muy bien todo y no generarán confusión.

Pero se está hablando de diferentes posibilidades en las negociaciones para darle un papel que no sea la presidencia, ¿ninguna podría ser adecuada? No puedo pronunciarme sobre las opciones planteadas porque no las conozco. No han trascendido públicamente. Excepto la presidencia coral, que no es que me haya parecido bien o mal a mí sino que a la misma CUP ha reconocido que era para salir del paso.

Si no fuera posible un acuerdo y se tuvieran que volver a convocar elecciones, ¿se puede volver a reeditar JxSí? Seguro que se llegará a un acuerdo. Casi ningún elector, excepto electores extremadamente ideologizados, muy religiosos, entenderían que se supeditara el proyecto de crear un estado independiente a una excomunión personal.

¿Y en las elecciones generales vería conveniente una lista transversal? Sí. Creo que la solución más operativa, a título particular, sería una lista amplía –no necesariamente la marca JxSí, que se hizo para otra cosa– que ocupara el máximo de poder posible. ¿Por qué? En principio para evitar que lo tengan otros que lo usarán contra el proceso catalán. Sólo eso ya le da un sentido.

Usted que hace una valoración tan positiva de la candidatura JxSí, ¿cree que se debería imitar la misma fórmula? Una gran diferencia entre las dos candidaturas es que la del 27S, además de poner en marcha la hoja de ruta hacia la independencia, tenía que gobernar el día a día. En el caso de las generales está fuera de cualquier escenario que una candidatura tuviera que asumir responsabilidades de gobierno. Por lo tanto no tiene por qué ser idéntica porque los objetivos no son idénticos.

¿Piensa en una candidatura sin partidos? No he pensado tanto. Tengo muy claro que se tiene que ir. Y encontrarán cómo, si deciden hacerlo. Por un motivo también táctico: una participación así permite minimizar las áreas de confrontación ideológica y porque en términos de asignación de escaños, la agregación de partidos en unas generales, tiene todavía mucho más impacto que en las elecciones autonómicas. En estas cosas se tiene que ser resultadista. Si se puede contribuir a que no haya una mayoría absoluta en el Senado es mejor, si se puede dificultar una mayoría absoluta de dos partidos en el Congreso, es mejor. Cuanto más puedes alcanzar tú y menos tiene el otro, más probabilidad de éxito tienes.

Esta semana se ha producido una operación policial contra la sede de CDC. ¿Cómo afectará a las negociaciones? La CUP ha admitido que estos temas impiden el acuerdo... Yo entendería desde fuera la idea que una organización, las CUP en este caso, no pueda pactar con un partido que le pasa eso, pero excomulgar una persona... Entendería que dijeran: no podemos pactar con los diputados de CDC. No lo comprendería porque ya se hizo un registro a finales de agosto y todos sabemos qué hay y por qué. Pero lo respetaría. Ahora, hacer un chivo expiatorio, es lo que no entiendo. Eso es religión, no política pública.

¿Al grupo de JxSí le afectan estas situaciones? La posición de JxSí es unánime en este sentido.

¿No le puede resultar difícil a ERC? JxSí no es una coalición de partidos, es una candidatura donde hay 62 personas electas, algunas son de ERC, algunas de CDC y 11 no tienen filiación. JxSí es un grupo parlamentario no un Frankenstein, cuando va a negociar hay dos partes: la CUP y JxSí. En el grupo no hay ninguna discrepancia.

Por lo tanto, ¿no tiene efecto interno? No. No veo por qué lo tendría que tener.

¿También piensa que no es casual que pase ahora? Todos sabemos que no es casual. Yo tengo un estudio académico con una muestra de más de 900 de Ayuntamientos de España en privatización de servicios de agua que muestra que de forma sistemática, estadísticamente significativa, los ayuntamientos del PP contratan FCC y también sabemos, por autos públicos, que FCC es el segundo máximo donante de dinero en el PP. Pero estos ayuntamientos no han sido intervenidos. Todos sabemos qué está pasando. No hay nada casual. ¿Qué información ha cambiado?

¿Quiere decir que a los ciudadanos tampoco les afecta esta situación? Creo que sobre todo afecta a la gente que se siente más próxima a CDC. Los que no tenemos una afectación personal sabemos perfectamente que en el pasado ha habido comisiones y que las comisiones acabaron con la ley de financiación de partidos. Hoy meter un dinero a un partido es legal. ¡Se legalizó! Es una tontería decir que hay que encontrar una asociación entre un partido y una empresa. Eso lo hace la Faes con empresas que hacen obras del AVE y al PSOE, también. Pero no los intervienen. Creo que se tendrían que prohibir las donaciones de empresas que tengan tratos con la administración, pero el hecho es que son legales.

Artur Mas ha hablado de caza mayor... Las palabras son de él. Yo creo que hay una utilización política e institucional. Lo entiendo. Los estados se defienden con los instrumentos que tienen y los estados podridos como el Estado español usa instrumentos de este tipo que no utilizaría un Estado con más cultura democrática. Es un estado degradado que ha intentado degradar procesos electorales como el de las elecciones de 2012. Fue un intento clarísimo de alterar un proceso electoral con mentiras. No puedes esperar que no hagan este tipo de cosas porque otras cosas no están en su menú de posibilidades.