"Les ha servido el miedo, la perspectiva de que Podemos fuera la alternativa al PP". Con estas palabras, la cabeza de lista del PSC en el Congreso, Meritxell Batet, ha cargado contra la formación liderada por Pablo Iglesias por su "falta de sentido del momento político", así como por "haber acabado con el bipartidismo" porque eso "tiene como efecto la fractura de la izquierda y lleva ineludiblemente a perpetuar la derecha en el gobierno".
De esta manera, la candidata socialista ha atribuido claramente a los de Iglesias la victoria de los populares porque considera que la ciudadanía tenía "miedo" de un gobierno de Podemos y no ha podido disimular su alegría porque finalmente no se haya producido el famoso sorpasso al PSOE.
Ahora bien. Sí que ha sido autocrítica con los resultados del 26-J –que vuelven a conformarse como los peores de la historia socialista–, pero ha relacionado esta fuga de votos a una "falta de credibilidad" o un "problema de empatía" con la ciudadanía desde la profesionalidad de la política, así como a "motivos coyunturales".
Lamentándose de que "perdimos una oportunidad", y asumiendo poco a poco que esta segunda vuelta de elecciones los ha perjudicado, Batet ha vuelto a desmarcarse de Podemos al Consejo Nacional extraordinario de los socialistas catalanes bajo el argumento de que "no ofrecerán respuestas simples y emocionales" a los ciudadanos porque son equivocadas".