Meritxell Batet ha amenazado por carta a Míriam Nogueras para que no vuelva a tocar la bandera española, después de que hace dos semanas la apartara de la sala de prensa. En una misiva enviada el pasado miércoles 1 de marzo, la presidenta del Congreso ha advertido a la diputada de Junts que tomará medidas si vuelve a suceder alguna cosa similar. De esta manera, también le ha pedido "respetar el orden, la cortesía y la disciplina parlamentaria" — ante un gesto que ha considerado que es una "ofensa a un símbolo nacional" y una "inaceptable falta de respeto a la institución". Batet cumple así con la petición que habían hecho el PP, Vox y Ciudadanos a la mesa de la cámara.

"Exigir que se abstenga en el futuro de volver a actuar de esta manera, advirtiéndole que en caso contrario, esta presidencia adoptará las medidas necesarias para garantizar el orden en el recinto del Congreso, en el ejercicio de las facultades disciplinarias y de policía que le confiere la Constitución y el reglamento", ha avisado la presidenta. También ha añadido el "total rechazo a una conducta que supone una ofensa a un símbolo nacional, como es la bandera, y una inaceptable falta de respeto tanto a la institución parlamentaria como a todos los ciudadanos a los cuales representa".

Los deberes de una diputada

La carta de Batet recuerda a Nogueras que tiene "el deber respetar la configuración de los espacios comunes del Congreso destinados a finalidades de comunicación", incidiendo en el hecho de que sus "elementos" y su ubicación "no están a la libre disposición de las personas autorizadas para su uso" — cómo es la sala de prensa. También deja claro que el artículo 16 del reglamento la obliga a "adecuar la conducta y respetar la orden, la cortesía y la disciplina parlamentaria", a pesar de la prerrogativa de la inmunidad parlamentaria y de su derecho a la libertad de expresión. Es decir, que tiene que "cumplir las reglas que rigen el funcionamiento del Congreso y evitar cualquier actuación que pueda resultar ofensiva para el decoro de la cámara o de las instituciones del Estado".

Fue el pasado martes 21 de febrero cuando Nogueras apartó la bandera española de la sala de prensa del Congreso, justo antes de comparecer ante los medios de comunicación. Subió a la tarima, se dirigió al atril y, poco antes de empezar el discurso, dijo: "Ay, esto está muy enganchado". La bandera europea sí que la mantuvo donde estaba: "Me representa mucho más esta". El gesto irritó al españolismo, hasta el punto que el PP, Vox y Ciutadans pidieron a la mesa de la cámara escarmentarla por la acción.