Después de la expulsión de una treintena de alumnos del colegio La Salle de Palma por haber desobedecido a su profesora de catalán a raíz de unas banderas españolas, la polémica tiene un nuevo capítulo. Ahora, después de que ultras hayan amenazado de muerte a esta docente y hayan compartido imágenes suyas y de su familia, la escuela que siempre le ha dado apoyo a ella en esta crisis, ha vuelto a autorizar que los alumnos lleven banderas del Estado los días en que la selección de Luis Enrique juega un partido en el Mundial de Qatar, como este jueves contra Japón. Eso demuestra que el centro no censura la presencia de las banderas españolas, sino que ha pedido que solo se puedan exhibir en los días de partido. Hay que tener en cuenta que la polémica surgió por la presencia de "rojigualdas" en un aula en una jornada sin partido de los españoles, y, por lo tanto, cuando no estaban permitidas.

A partir de aquí, el caso se volvió viral a través de las redes por culpa de los medios que esparcían fake news sobre esta profesora y daban detalles sobre su vida personal y sus opiniones políticas, especialmente con respecto a la lengua y la independencia de Catalunya. Si Vox se situaba al lado de los alumnos expulsados, Cs y PP reclamaban que se explicaran los hechos denunciando, eso sí, el acoso a la profesora. Por el contrario, Francina Armengol, le ha trasladado su apoyo sin fisuras: la presidenta socialista del gobierno balear ha sido la primera a censurar las amenazas y decidió llevar el caso a Fiscalía. Esta docente también ha contado con el apoyo de exalumnos, que destacan su valía como profesional, y del centro, que ha remarcado en todo momento que ha hecho valer la normativa que se había decidido en el claustro.

Un reencuentro desde el respeto entre profesora y alumnos

Según el diario ABC, ayer se produjo el primer encuentro entre la profesora de catalán amenazada por haberlos expulsado y los alumnos que la habían ignorado y que ahora han vuelto a colgar la bandera. Entre los adolescentes bachillerato había que también apostaban por el insulto cuando los medios les pedían la opinión sobre la docente, pero también de otros que intentaban ponerse en su piel y lamentaban la lluvia de insultos que ha tenido que soportar. Además, a pesar de que muchos esperaban un encuentro tenso, la realidad ha sido diferente, según este diario. Ya que si bien los padres de los chicos habían pedido que la expulsaran, los jóvenes se abrazaron a la maestra, que mostró en todo momento una actitud positiva y conciliadora. Parece que así podría acabar esta polémica, pero todavía está en marcha la investigación de la fiscalía y las preguntas parlamentarías que han presentado Cs y PP en el Parlament de las Illes.