Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, es conocida por su discurso incendiario y sus salidas de tono. Sin embargo, en el marco de la exhumación de los restos de Primo de Rivera del Valle de los Caídos, ha decidido sumarse al carro de las protestas por la exhumación en plena batalla electoral por las elecciones del próximo 28 de mayo. La líder del Partido Popular (PP) en Madrid ha afirmado que la exhumación del líder falangista implica "remover los odios que los mismos protagonistas de la Guerra Civil quisieron enterrar" para "darse un abrazo y vivir en concordia", según recoge elDiario.es.

¿Dónde sitúa Ayuso los "abrazos" y la "concordia" posterior a la Guerra Civil? Se salta de un vuelo el franquismo y pasa directamente a la transición. Afirma que la exhumación de Primo de Rivera es una estrategia "para que estemos cuestionando la Transición, que fue lo mejor que nos hemos dado los españoles". "Un abrazo entre hermanos, entre personas diferentes, que nunca quisimos un conflicto como la guerra y que queríamos andar juntos," ha subrayado. La presidenta madrileña sostiene que el gobierno de Pedro Sánchez utiliza una estrategia "guerracivilista y enfrentista". Una vía que asegura que abrió el expresidente español socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Protestas de extrema derecha

No solo Ayuso ha puesto el grito en el cielo, un centenar de falangistas se han desplazado al acceso del cementerio de San Isidro para protestar contra la exhumación de Primo de Rivera. La Policía Nacional ha detenido a tres personas que han intentado saltar el cordón policial.

Los restos del fundador de la Falange se han exhumado en aplicación de la ley de memoria democrática, que establece que en el Valle de Cuelgamuros solo puede haber los restos de personas muertas a consecuencia de la Guerra Civil. Según el Gobierno, la exhumación supone un paso más en el proceso de resignificación del Valle, una vez el 24 de febrero del 2019 se exhumó también los restos del dictador Francisco Franco.

El proceso de exhumación ha empezado antes de las 9 de la mañana, cuando miembros de Patrimonio Nacional y personal del Valle han accedido a la Basílica. Posteriormente, han accedido al recinto unos ochenta de familiares de Primo de Rivera, que han participado en una homilía. Cerca de las 13 h una comitiva con un coche fúnebre ha salido del recinto con los restos del fundador de la Falange.

A pesar de los incidentes, el ejecutivo español se ha mostrado satisfecho de un proceso que se ha negociado durante meses con la familia, que pidió de mutuo propio a la Comunidad de Madrid y al prior del Valle de los Caídos hacer la exhumación y cumplir de esta manera la ley de memoria democrática.