La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha centrado el debate parlamentario de la Comunidad en las nuevas medidas contra la Covid. Ahora bien, desde su asiento, no pierde ningún tipo de ocasión para meter cucharada en la actualidad que le da votos. En este caso, en defensa de los Borbones y sobre todo de un defraudador fiscal, el rey emérito Juan Carlos I,

Ayuso ha empezado así su discurso: "Y por supuesto que la ley es la misma para todo el mundo, pero no todos somos iguales ante la ley". A partir de aquí, ha recibido los aplausos de su partido, el PP, Ciudadanos y Vox y la presidenta ha seguido: "El rey Juan Carlos no es como usted, ni mucho menos. Para empezar, ha sido un gran embajador durante muchos años y gracias a su trabajo hemos podido pasar de una dictadura en la que no se pasaba especialmente bien a una democracia de la ley a la ley. Con unas instituciones tan fuertes, tan bien representadas, que han permitido que personas como usted hoy estén en estos escaños criticando al monarca".

¿Ciudadanos de primera y de segunda?

La presidenta ha despreciado al diputado y portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez, situándolo en un rango inferior al emérito para justificarse: "Otra cosa es evidente. Su problema no es el rey Juan Carlos, es Felipe VI. Y por supuesto, la monarquía parlamentaria que recoge nuestra Constitución. ¿Y por qué? Porque la monarquía representa a todos los españoles, junto con la Constitución o la capital de España, que no nos pertenece a nadie porque es fruto del consenso de todos".

Además, también ha puesto dosis de patriotismo y ha reiterado su famoso "Madrid somos todos", para dar una imagen de unidad aparente: "Por eso la monarquía y Madrid van unidos históricamente de la mano y ustedes lo quieren derribar por una república bananera donde sólo valen los suyos, una España contra la otra. Así pues, todos mis respetos para el rey Juan Carlos que no es un ciudadano más, no es como ustedes, ¿qué se piensan?".

Paga para callar críticas

La defensa de Ayuso llega después de que Juan Carlos haya admitido, pagando, que ha defraudado. Según ha informado su abogado en un comunicado, el antiguo monarca ha presentado una declaración "sin requerimiento previo" ante la Agencia Tributaria para pagar unos ingresos no declarados.

El total de la deuda ya pagada, según el documento, es de 678.393,72 euros. Es decir, el monarca huido a los Emiratos Árabes ha declarado unos fondos que no tenía declarados ante el fisco español. Por lo tanto, admite el fraude, pero podría esquivar posibles investigaciones penales.