Los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil han enviado a la Fiscalía de la Audiencia Nacional los cortes en la AP-7 convocados entre el lunes y miércoles por Tsunami Democràtic, además del frustrado sabotaje de ayer contra el AVE en Bàscara (Girona), donde fue identificado un coche propiedad de la hija del president de la Generalitat, Quim Torra.

Ya hay un caso abierto contra Tsunami Democràtic por presuntos delitos de terrorismo por la acción en el aeropuerto del 14 de octubre. De hecho, de esta investigación sale la orden del cierre de la web y la anulación del dominio de la aplicación.

La policía lo que ha hecho ahora es trasladar todos los atestados de estos últimos días a la Fiscalía. En las diligencias se ha incorporado el frustrado sabotaje de ayer contra el AVE en Girona por varios activistas de los CDR, donde fue identificado por los Mossos un coche propiedad de la hija del president de la Generalitat, Quim Torra, en el que viajaban dos personas, un hombre y una mujer.

Lo que no incluye la investigación, por falta de competencias, es el corte en la frontera. Pasó todo en la Catalunya Nord donde la jurisdicción tanto policial como judicial es de Francia.

La investigación

Los mandos de los Mossos, Policía y Guardia Civil comparten la actuación policial en un centro de coordinación (CECOR) desde el inicio de las protestas independentistas, cuando el 14 de octubre se hizo pública la sentencia de Tribunal Supremo contra los líderes del procés.

Cuatro días después, la Audiencia Nacional abrió una investigación por delito de terrorismo contra Tsunami Democràtic. El juez Manuel García Castellón ordenó que se cerraran las páginas web y perfiles en redes sociales, abriendo una nueva línea de investigación a la ya iniciada contra nueve miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos con precursores de explosivos y planes de realizar varios sabotajes.

La causa que se sigue en la Audiencia Nacional no se centra tanto en las protestas violentas en sí como en su organización, de manera que el objetivo no es asumir las investigaciones abiertas contra los más de doscientos detenidos que han dejado las movilizaciones postsentencia, sino seguir indagando en la posible existencia de una estructura que las dirige.

Coincidiendo con su nacimiento, Tsunami Democràtic fue 'saludado' por diferentes dirigentes políticos independentistas, entre ellos Carles Puigdemont y su sucesor, Quim Torra. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo cuando se iniciaron las protestas que los incidentes violentos en Catalunya estaban "protagonizados por grupos minoritarios muy organizados, con un mando y una estrategia evidente".