La Audiencia de Barcelona juzgará Xènia Garcia, que tenía 22 años cuando fue detenida el 18 de octubre de 2019 y encarcelada por desórdenes en la Via Laietana en la protesta contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas, el 18 de diciembre de 2025. ¡Seis años después de los hechos! La Fiscalía le pide 2 años de prisión por desórdenes públicos agravados y su abogado, Benet Salellas, ha pedido al tribunal que ante la reforma del delito de desórdenes, que entró en vigor el enero pasado y que rebaja el delito que se le imputa, derive su caso un juzgado de lo Penal de Barcelona con el fin de no vulnerar su derecho a tutela judicial efectiva, además de conseguir adelantar la fecha del juicio, porque es una penitencia más para esta vecina de Caldes de Montbui. La sección 9 de la Audiencia de Barcelona ha desestimado la petición del penalista y ha añadido que la pendencia que registra se podría resolver ahora porque tiene una sala de refuerzo. La fecha del juicio para Xènia, sin embargo, por ahora no la ha modificado.

En la resolución, comunicada a finales de julio pasado y conocida ahora por ElNacional.cat, la sección 9.ª de la Audiencia de Barcelona descarta definitivamente la reclamación del abogado defensor al argumentar que una vez dictado el juicio oral se tiene que mantener la jurisdicción en la resolución, e insiste en repetir que la sala mantiene el criterio "perpetuatio jurisdictionis". Los juzgados de lo Penal tienen la competencia para juzgar casos por delitos que su pena máxima no supere los 5 años de prisión, y el resto de casos van las audiencias provinciales. En el caso de Xènia, la Fiscalía le pide 2 años de prisión, por el delito de desórdenes públicos agravados para usar instrumento peligroso y actuar en una manifestación (art. 557 bis 2 y 3), castigado hasta 6 años de prisión, por eso la competencia inicial es de la Audiencia de Barcelona. En su último escrito, el penalista Benet Salellas, insiste al tribunal en que derive el caso de Xènia a un juzgado de lo Penal, ya que la ley 14/2022, que entró en vigor en enero, hace desaparecer el artículo por el cual se la acusa y el 557 fija penas inferiores (hasta 5 años), y, por lo tanto, la competencia es de un juez de lo Penal.

Un retraso denunciado

El tribunal —formado por los magistrados Andrés Salcedo, Carmen Sucías, y David Ferrer— sostiene que "la discrepancia sobre la interpretación de la norma no implica la vulneración del juez predeterminado por la ley", como ha denunciado Salellas. "Una vez abierto el juicio oral, solo puede acabar en sentencia", repite el tribunal de la sección 9.ª, haciendo referencia a resoluciones del Tribunal Constitucional y del Supremo. Asegura que se mantendría la competencia de la Audiencia, incluso si la acusación desiste de la acusación más grave. No obstante, la sección 5.ª de la Audiencia de Barcelona, en el inicio de un juicio, el abril pasado, derivó un caso a un juzgado de lo Penal porque la Fiscalía había rebajado la petición de castigo. Es el caso de una chica a quien se le pedía hasta 3 años de prisión por supuestamente haber tirado un vaso en la cara a un chico, acusado de magrearla en una discoteca.

Paralelamente, el caso de Xènia es un nuevo ejemplo de retraso judicial imputable a la sección 9.ª de la Audiencia de Barcelona, que últimamente ha sido investigada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)  por su extrema tardanza a resolver recursos; en un último caso conocido ha dejado a dos conductores que causaron secuelas graves a una familia impunes por haber tardado 4 años en resolver sus recursos y dictar su prescripción, decisión que investiga, incluso la Fiscalía Superior de Catalunya. En el caso de Xènia, el juzgado de instrucción dictó la apertura del juicio oral el 1 de agosto de 2021 y la Audiencia de Barcelona en una resolución de abril de 2022 fijó la fecha del juicio: 18 de diciembre de 2025. Salellas reclama la absolución de Xènia Garcia, pero seguramente que también exija que se apliquen dilaciones indebidas si el tribunal ve algún indicio incriminatorio.

Una de las voces a 'Torturadas'

Xènia Garcia, fue conocida como la chica del pelo azul, cuando se hizo viral un vídeo, donde se ve un agente de la policía española que la arrastra por el suelo de la calle Jonqueras estirándole el pelo y a porrazos la hace entrar en el furgón policial. Era el 18 de octubre de 2019, en una de las protestas en Via Laietana contra la sentencia del procès. Tenía 22 años. La policía la acusó de tirar piedras a los furgones, y en el atestado había fotos de piedras y bolas de billar, imágenes —curiosamente— que estuvieron repetidas en informes contra otros acusados, y cuando el bolso que llevaba la Xènia era muy pequeño. Su testimonio se recoge en el libro Torturadas, de Gemma Pasqual, que recopila 22 voces de mujeres vejadas en la Jefatura de la Via Laietana, durante el Franquismo y en democracia, como el caso de Xènia. Estuvo en prisión preventiva 13 días, en la prisión de mujeres Wad-Ras de Barcelona, donde conoció a Paula y Andrea/Dren, otras dos personas detenidas por las movilizaciones. Al dejarla en libertad, el juez le ordenó que no podía ir a más manifestaciones. Dren recientemente ha sido absuelto por la Audiencia de Barcelona frente a una petición de 5 años de prisión por parte de la Fiscalía. Y, el caso de Paula continúa en un juzgado de instrucción, sin archivarse ni haber escrito de acusación.

Lectura protagonistas libro Torturadas Via Laietana / Foto: Montse Giralt
Protagonistas de 'Torturadas', en el acto ante la Jefatura de Via Laietana, el abril pasado/ Foto: Montse Giralt

La tardanza del proceso judicial es un castigo más para los jóvenes manifestantes, aunque Xènia sabe que si, por un extremo, fuera condenada a 2 años de prisión, como quiere la Fiscalía, no volvería a ingresar a la prisión porque 2 años es la pena mínima para no ingresar si no se tienen antecedentes y se trata de una primera condena, como es su caso.

 

En la foto principal, una manifestación contra las detenciones de la policía española. / Foto: Sergi Alcàzar