Una gran duda ha sobrevolado este jueves el juicio que se sigue en el TSJC contra Laura Borràs por la supuesta fragmentación de contratos durante la etapa en que dirigió la Institució de les Lletres Catalanes: ¿qué ha pasado con el portal de la Institució que encargó Borràs y que diseñó otro de los acusados, Isaías Herrero? El portal desapareció en noviembre de 2018 después de un registro de los Mossos por este caso, y durante los interrogatorios a los testigos se han planteado cuestiones sobre la responsabilidad y el resarcimiento por esta pérdida. Esta mañana ha llegado la hora de los testigos de la defensa y han comparecido los exconsellers de Cultura Ferran Mascarell y Santi Vila, los cuales han asegurado que nunca nadie les advirtió de irregularidades en la gestión de la ILC.

Después de que ayer una funcionaria de la Institució de les Lletres Catalanes cargara contra Borràs asegurando que la había advertido repetidamente de irregularidades en las contrataciones, los abogados de la defensa han insistido en la línea de intentar desacreditar esta versión pidiendo tanto a los policías y guardias civiles que han desfilado por la sala como a los responsables de la conselleria si habían recibido alguna queja de este testigo. Nadie tenía noticia de ello. Borràs y Herrero afrontan una petición de penas de la Fiscalía de 6 años de prisión y 21 de inhabilitación por los delitos de falsedad documental y prevaricación, por la adjudicación a dedo de 18 contratos, por un valor de 335.000 euros.

La presidenta suspendida del Parlament, que ayer congeló la sonrisa con la aparición de la funcionaria, ha rebajado la tensión con la entrada de los exconsellers de Cultura, hasta el punto que ha intentado apuntar a Mascarell sobre cuándo se conocieron. "No se puede auxiliar al testigo. Y menos la acusada", ha reprochado el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, que ha instado a Borràs a sentarse en el extremo del banquillo de los acusados y alejarse del testigo.

Acciones por la destrucción del portal

El interrogatorio de la defensa ha puesto también el acento en la importancia de la creación del portal diseñado por Herrero. Tanto Mascarell y Vila como el decano de la Institució Francesc Parcerisses y el exdirector de la ILC Oriol Ponsatí han subrayado la calidad y el valor del trabajo que, han asegurado, marcó un giro en la Institució. Parcerisses ha lamentado que ya no se puede consultar el portal y lo ha comparado con la estación de metro de la Sagrera, por la pérdida que ha representado de una "inversión de dinero público y esfuerzos personales de mucha gente".

Boye ha preguntado directamente a Ponsatí si en algún momento le habían llamado de alguna institución como la Fiscalía o de un juzgado para ofrecerle "acciones por la destrucción de este portal y de todos estos recursos públicos". "No. Nunca en la vida", ha remachado.

 

Pero el tema todavía ha ido más allá. La fiscal, Teresa Duerto, ha preguntado al exdirector de la Institució si hizo "alguna reclamación patrimonial a la Administración del Estado por la destrucción de alguna prueba", lo cual ha provocado que Boye saltara como un muelle: "¿Se está asumiendo que fue la Administración del Estado la responsable?". Barrientos ha reconducido la situación y ha preguntado al testigo si hizo alguna reclamación patrimonial por la desaparición de la web. "No hubiera sabido a quién hacerla, la verdad", ha insistido el exdirector de la ILC.

 

A lo largo de la mañana, la defensa de Borràs y la Fiscalía ha mantenido el pulso en el debate sobre la cadena de custodia de las pruebas recogidas de los ordenadores de Isaías Herrero. Lo han hecho con el interrogatorio a los dos mossos que han comparecido hoy y con los guardias civiles que participaron posteriormente en la investigación. Estos últimos han reconocido que trabajaron con copias de documentos y no con los originales y que, entre los documentos que se les facilitó, no había ninguna carpeta Hash, con el sello de seguridad que garantiza la integridad de las pruebas y que no se han alterado.

 

Después de dos días con piques entre Boye y el presidente del TSJC, hoy le ha tocado recibir a la fiscal Duerto, que ha tenido que escuchar la reprimenda del juez por la forma como conducía los interrogatorios a los agentes. A pesar de los toques de atención de Barrientos ante un interrogatorio que parecía "inacabable" y las promesas de la fiscal de aligerar las preguntas, finalmente se ha agotado la paciencia del juez, que ha acabado advirtiendo que era un formato que "no aporta nada de nuevo" y la ha conminado a acabar, tal como le había "prometido media hora antes".

El juicio se reanudará el próximo lunes, cuando está prevista, entre otras, la declaración de Borràs.