Poco se podía imaginar Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) que acabaría en la arena política y, menos, cuando llegó a Catalunya por cuestiones laborales en 2006. Se afilió a Ciudadanos en 2011 y un año después consiguió el acta de diputada formando un exitoso tándem con Albert Rivera. Desde el 27-S, es la líder de la oposición y dirige a los 25 diputados que ha obtenido el partido naranja. “Asumir eso en tan poco tiempo es complicado, pero estoy tan convencida de lo que defiendo que tengo la obligación moral de salir adelante y aportar el granito de arena que pueda”, reconoce mientras camina por los pasillos del Parlament.

Tiene una agenda más que intensa y confiesa que está totalmente abducida por las obligaciones y compromisos del cargo. “¿Qué te gusta hacer cuando tienes tiempo libre?", preguntamos. “La verdad es que últimamente no tengo. Aprovecho para hacer cosas con la pareja y con los amigos, pero muy de vez en cuando. Siempre me ha gustado estudiar o hacer ejercicio pero ahora no puedo planificar nada”, contesta. Desde hace unos años sale con Xavier Cima, exdiputado de Convergència en el Parlament; uno de los chismorreos que más sorprendió cuándo se confirmó la relación.

Arrimadas es la pequeña de cinco hermanos. Su padre, Rufino, es abogado y fue concejal de UCD del primer ayuntamiento democrático de Jerez. Ahora, la hija de Rufino es el orgullo del pueblo de sus padres. De hecho, el alcalde de Salmoral (Salamanca) ya le ha pedido que sea la pregonera de la fiesta mayor que se celebra el 17 de agosto.

La líder de Ciudadanos también se ha estrenado en la guerra de tener que defender que se puede ser mujer, joven, inteligente y guapa. “Hay machismo en general y en la política también. En todos los trabajos de mujeres que tienen mucha repercusión mediática, al final surge este machismo que tenemos interiorizado”, dice y añade que a menudo, estos capítulos, le dan más fuerza y coraje.

Respecto al futuro, no descarta nada: quiere ser madre y no ha pensado en dar el salto a Madrid. Eso sí, tiene claro que no se dedicará a la política toda la vida: “Lo haré mientras me levante, sea feliz y esté contenta con lo que hago. El día que no sea así, volveré a mi trabajo de consultora”.