Semana de reflexión intensa sobre el devenir del procés en las filas de ERC. El lunes, el president de la Generalitat y coordinador nacional del partido, Pere Aragonès, hizo pública su apuesta por una referéndum acordado a la escocesa. Fue la previa a su intervención el jueves en el Senado, en la Comisión general de las autonomías, al lado de los presidentes del PP. Este viernes, sin embargo, ha sido el presidente del partido, Oriol Junqueras, quien se ha pronunciado, y ha señalado como referente para el procés el acuerdo del Viernes Santo entre el gobierno británico y el irlandés. De hecho, Junqueras ha anunciado que la próxima semana viajará a Irlanda e Irlanda del Norte para reunirse, entre otros, con el líder histórico de Sinn Féin, Gerry Adams.

Después de meses en que las vías posibles para impulsar el procés parecían atascadas, la negociación con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez ha reavivado el debate en los despachos de ERC. En este contexto, Aragones anunció su apuesta por la vía escocesa después de que los expertos que reunió para elaborar un informe sobre el acuerdo de claridad que propone concluyeron que la única salida posible para cerrar el conflicto es un acuerdo con el Estado. Los expertos proponían cinco fórmulas diferentes de consulta, todas ellas acordadas y la mayor parte con votaciones en Catalunya y el resto del Estado.

Aragonès, Escocia

Finalmente, Aragonès anunció que la propuesta que considera más adecuada es un referéndum como el que se celebró en Escocia. "Un referéndum a la escocesa en que la ciudadanía se pueda pronunciar con un  o un no a la independencia y, a partir de aquí, se inicie el camino que tiene que llevar a la implementación del resultado", explicó. Se trata, según las conclusiones de los expertos de una fórmula que llevaría también a consultar a los ciudadanos del resto del Estado dado que obligaría a una reforma de la Constitución.

El referéndum de Escocia, celebrado el 18 de septiembre del 2014, planteó una pregunta binaria, "¿Escocia tendría que ser un país independiente?". Fue resultado de un acuerdo con el gobierno de David Cameron y, en caso de un resultado afirmativo, tenía que servir de inicio para negociar los términos del proceso de independencia. Finalmente, sin embargo, se impuso el no, con un 55,3% de los votos.

Aragonès anunció el mismo lunes, que pedirá un informe al Instituto de Estudios Autonómicos sobre los caminos jurídicos que tendrían que llevar a concretar su propuesta. Además, ha anunciado que una vez se haya superado la investidura del presidente español convocará la mesa de partidos para abordar el tema.

Junqueras y la vía irlandesa

No obstante, cuatro días después de que Aragonès hiciera su anuncio, Junqueras ha hecho público que una de las referencias para Catalunya tiene que ser el Acuerdo del Viernes Santo entre los gobiernos británico e irlandés. No solo eso, el líder de ERC viajará la próxima semana a Irlanda e Irlanda del Norte donde se reunirá, entre otros, con Gerry Adams, uno de los artífice clave de aquel acuerdo.

Precisamente, el modelo de autodeterminación inspirado en el acuerdo norteirlandés del Viernes Santo es también el que vería con buenos ojos al president en el exilio, Carles Puigdemont, para inspirar el "compromiso histórico" que reclama al Estado para superar el conflicto político Catalunya-Espanya, según publicó ElNacional.cat, citando fuentes de los colaboradores del president en el exilio.

El acuerdo irlandés no es un referéndum "de inicio" del proceso, como el que defiende Aragonès. Justo al contrario. Aquel acuerdo, que el 10 de abril de 1998 puso fin a 30 años de conflicto sangrante en Irlanda del Norte, marca previamente y de manera precisa las reglas del juego y sitúa la autodeterminación como solución del pacto político y constitucional. Se basa en la aplicación del derecho de autodeterminación en Europa occidental, con lo cual cuestiona la tesis de los que descartan que este principio se pudiera aplicar a las nacionalidades del estado español con el argumento de que únicamente se reconoce y se aplica en situaciones de colonialismo. El acuerdo se aprobó en referéndum en Irlanda del Norte y en Irlanda, pero hasta el momento Irlanda del Norte sigue siendo parte del Reino Unido y no se ha celebrado todavía ningún referéndum de unificación con el resto de Irlanda.