Indignación, perplejidad, maniobra de presión, boicot... El president, Pere Aragonès, ha comparecido visiblemente enojado y no ha ahorrado los reproches hacia la decisión del Gobierno de suspender el proyecto de ampliación de El Prat. Ha atribuido el gesto a un intento de imposición del Estado y a las diferencias internas dentro del ejecutivo de Pedro Sánchez, y ha asegurado que esta crisis no hará descarrilar la mesa de diálogo que se tiene que celebrar la próxima semana. "Hay mucha gente que quiere que la mesa de negociación fracase, por mí no será", ha advertido.

En una comparecencia desde la sala Torres Garcia, el president ha dado repaso, con un tono indignado, a lo que ha descrito como cambios de posicionamiento del Gobierno desde que se cerró el acuerdo del 2 de agosto y hasta que ayer de manera inesperada la ministra comunicó públicamente la marcha atrás del acuerdo. Ha asegurado que el Gobierno ha roto aquel pacto de "manera desleal y unilateralmente" y ha insistido en denunciar el chantaje del ejecutivo y de AENA.

 

"O como quieren o nada"

"O aceptamos como lo quieren ellos, o nada. Es por lo tanto una operación de chantaje, nunca han tenido voluntad de invertir en Catalunya y mucho menos en el aeropuerto", ha reprochado, a la vez que atribuía la marcha atrás a "excusas" después de intentar imponer un "modelo de desarrollismo propio de otra época".

Aragonès, que incluso ha admitido que normalmente no se expresa de esta manera, ha atribuido la decisión a "malas excusas para intentar colgar las culpas" al Govern catalán, cuando en realidad, según ha asegurado, las diferencias sobre este tema están dentro del Gobierno. Desde la Generalitat se subraya que el anuncio de marcha atrás se ha hecho el día antes de que la vicepresidenta Yolanda Díaz, que ayer celebraba la suspensión, acompañara a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la Ricarda para protestar por el intento de ampliación.

Diferencias con Junts

No ha querido entrar en las diferencias que esta situación ha hecho evidente entre los dos socios del Govern catalán después de que ayer el vicepresident, Jordi Puigneró, expresara públicamente su enfado por las declaraciones críticas de dirigentes republicanos. "El Gobierno del Estado en esta maniobra de presión intentará buscar diferencias en las instituciones catalanas. Hoy el responsable es el Gobierno del Estado, que no quiere discutir este proyecto, lo focalizaré en eso", ha remachado.

Con todo, Aragonès ha querido desvincular la tormenta entre los dos gobiernos de la mesa de diálogo que se tiene que convocar la próxima semana. "La semana que viene empezamos una negociación muy importante, sobre el conflicto político de fondo, nuestra propuesta es muy clara: referéndum y amnistía, hace falta que el Estado formule su propuesta", ha asegurado. Es más, ha añadido que "no sólo no afecta, sino que vamos con más fuerza que nunca".

Excusas

El jefe del ejecutivo catalán ha atribuido las dificultades a excusas para no avanzar, "porque es evidente que ir a buscar una solución al derecho de autodeterminación y amnistía al Gobierno no le hace gracia" y "hay mucha gente que quiere que la mesa de negociación fracase". Por mí no será. Pondré todas mis energías porque no hay alternativa", ha remachado.

Ampliación y medio ambiente

El president ha insistido repetidamente en la necesidad de conseguir que la ampliación del aeropuerto preserve el espacio natural y el medio ambiente, ha asegurado que así se había acordado con el Gobierno el pasado dos de agosto y que había un margen de dos años para cerrar el Plan Director, donde se tiene que concretar. No obstante, ha reprochado que este pacto se rompió cuando se hizo público el proyecto de AENA (DORA), que incorpora la ampliación por la Ricarda, y que se tiene que aprobar a final de este mes en el Consejo de Ministros. "Nosotros no queremos renunciar a una inversión, pero la queremos hacer bien hecha, y eso necesita tiempo", ha advertido.

Con todo, Aragonès también ha querido desvincular la tormenta entre los dos gobiernos de un posible acuerdo sobre los presupuestos del Estado. "Lo que no haremos ahora es entrar en una dinámica de chantaje", ha argumentado.

 

En la imagen principal, el president Pere Aragonès durante la rueda de prensa en la Sala Torres Garcia del Palau de la Generalitat / Efe