El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado este lunes que la Generalitat impulsará a partir del 2023 "una gran conversación, con el conjunto de la sociedad" para alcanzar "un gran acuerdo" que sirva para fijar las bases para "volver a votar" sobre la independencia. Esta, ha dicho, sería la "nueva fase" de las negociaciones con el gobierno español, una vez conseguida la reforma de los delitos de sedición y malversación.

En su discurso de Sant Esteve, que el president ha hecho desde las instalaciones de la Biblioteca Nacional de Catalunya, Aragonès ha hecho un balance positivo de la política de diálogo con el Estado. El president ha subrayado que "perseverar es la clave" y, en este sentido, ha celebrado que el diálogo "empieza a aportar sus frutos", en referencia a la reforma del Código Penal.

Aunque una parte del independentismo critica estas consecuciones y el gobierno español rechaza la existencia de conflicto, Aragonès mantiene una visión positiva sobre los cambios que se han producido: "Estos pasos adelante mejoran la situación del conjunto de los represaliados y represaliadas del 1 de octubre". Ahora bien, el presidente ha admitido que hay un obstáculo no superado, que es "la incapacidad del Estado de dar respuesta a la amplia mayoría que quiere decidir democráticamente, libremente y pacíficamente el futuro político del país".

 

 

Es en este sentido, que Aragonès reitera que mientras no se pueda votar sobre el futuro del país el conflicto continuará y por eso reclama "construir a través del diálogo, la negociación y el acuerdo una vía democrática, que nos incluya a todos y a todas, para hacer posible que la ciudadanía de Catalunya decida el futuro del país".

Aragonès reitera su apuesta por una "Acuerdo de Claridad"

El president defiende que existe un consenso amplio en el país sobre la necesidad de resolver el conflicto votante y cree que en 2023 tiene que servir para alcanzar "la propuesta catalana de Acuerdo de Claridad". Esta propuesta tiene que permitir hacer visible "un acuerdo entre nosotros sobre cuándo Catalunya tiene que poder volver a ejercer el derecho a decidir, sobre en qué condiciones se tiene que volver a votar para que estas veces todas las partes se sientan incluidas y todo el mundo acepte el resultado". Este gran acuerdo, ha apuntado Aragonès, tiene que ser "explicable y homologable a nivel internacional y que sea escrupulosamente democrático porque no busca otra cosa que empoderar a la ciudadanía".

La propuesta de Aragonès en el ámbito nacional ha cerrado el discurso del presidente, que se ha centrado inicialmente a valorar aspectos como la superación de la pandemia y la evolución de la economía del país. Aragonès, que tiene el sector sanitario en pie de guerra y con una huelga en el horizonte inmediato, ha reconocido la tarea. El presidente también se ha referido a la guerra de Ucrania y ha señalado las dificultades que esta ha ocasionado en la ciudadanía.

Precisamente las dificultades que el contexto global han causado a nivel local, Aragonès ha reclamado "responsabilidad" a Junts y PSC para hacer posible la aprobación de los Presupuestos. El presidente ha destacado que por primera vez las cuentas están acordadas con sindicatos, patronales y el tercer sector. Además, Aragonès subraya que los presupuestos refuerzan el sistema de salud con 1.000 millones de euros.

El presidente ha aprovechado el discurso de Sant Esteve para reclamar a los grupos parlamentarios que todavía no han decidido su apoyo a las cuentas "no demoren más su decisión" y ha destacado que "hay un amplio consenso en que hace falta impulsar y tirar adelante" el presupuesto que se ha puesto encima de la mesa.