A la tercera va la vencida. El president, Pere Aragonès, ha conseguido finalmente, después de dos días de anulaciones en la agenda, poner en marcha la ronda de contactos que había anunciado para rearmar la unidad del independentismo. Lo ha hecho, sin embargo, en un momento de intensa tensión dentro del soberanismo después del enfrentamiento que ayer se vivió en el Parlament a raíz de la inhabilitación del cupaire Pau Juvillà. La primera reunión de Aragonès ha sido con el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, y acto seguido, con la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. Cuixart se ha amparado en el hecho de que está en funciones a raíz del proceso electoral de Òmnium y ha esquivado comparecer ante la prensa. No así Paluzie. "Seguimos sin un plan para la hacer independencia", ha reprochado la presidenta de la ANC, por lo cual situaciones como la que ayer se vivió en el Parlament "se convierten en un espectáculo dantesco".

 

Han sido precisamente las divisiones entre las fuerzas independentistas las que habían impedido que la ronda de reuniones se pusiera en marcha el miércoles y jueves, como estaba previsto. El miércoles, la CUP plantó a Aragonès una hora antes de la reunión a raíz de la detención por parte de los Mossos de cuatro activistas por el derecho a la vivienda y cargó a través de un comunicado contra "el enfoque de la legislatura del actual gobierno de ERC y JxCat". El jueves estaban previstos los encuentros con los representantes de Junts y ERC, pero se tuvieron que desconvocar a raíz de las negociando por el caso Juvillà, que llevaron a convocar el pleno el jueves y el no viernes como se había previsto inicialmente.

Mesa de diálogo: "muy negativa"

Al acabar la reunión con Aragonès, Paluzie ha reiterado los reproches que había expuesto ante el president. "Hemos exigido un giro radical en términos de estrategia de la mayoría independentista", ha asegurado la presidenta de la ANC, que ha insistido repetidamente en pedir una "inflexión". Ha reprochado que en cuatro años "no se había hecho nada y no se ha avanzado" por lo cual ha advertido que hay que tener un plan. Ha cargado contra la estrategia de diálogo del gobierno, ha hecho una valoración "muy negativa" de los resultados de la mesa de negociación con el gobierno de Pedro Sánchez y ha advertido que esta apuesta ha desgastado mucho al independentismo.

La responsable de la ANC no ha entrado a exponer como se tendría que concretar la hoja de ruta hacia la independencia pero ha subrayado que la experiencia del 1-O demuestra que lo importante es tener capacidad para sostener el desafío en el tiempo y sacarlo adelante. Ha lamentado que el 1-O el independentismo no se presentó a "la batalla", y ha advertido que una retirada obliga primero a rehacer fuerzas y después a tener claro qué enfrentamientos jugar, porque si al final no se aguanta el pulso que se plantea se acaban perdiendo "sábanas a cada colada".

Sensación de retirada

Paluzie se ha lamentado de los retrocesos que ha sufrido en estos cuatro años el independentismo -"no puede ser que nos vayan ganando terreno", ha advertido- y ha admitido que aunque "ahora no se dan las condiciones para una declaración de independencia, se tiene que parar esta sensación de retirada, de estar a la defensiva, que el Estado vaya ganando terreno a cada decisión que toma".

Por lo que respecta a la tensión que se vivió ayer en el Parlament, ha evitado señalar directamente a la presidenta, Laura Borràs, por la decisión de dejar a Juvillà sin escaño y ha recordado otros episodios similares que se produjeron la anterior legislatura con la inhabilitación de Quim Torra o la retira del sueldo a los presos políticos, pero sí ha admitido que "esto degrada la institución y la confianza de la ciudadanía en sus representantes".

Paluzie, ha advertido del desánimo que estas situaciones crean en las filas independentistas, ha exigido claridad a los responsables políticos y ha expresado la confianza en que esta semana la crisis a raíz de las desavenencias entre los independientes "haya tocado fondo" y marque un "punto de inflexión, para ir seriamente."

Al acabar la comparecencia de la presidenta de la ANC ha tenido que salir ante la prensa la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, que ha participado también en el encuentro. Vilagrà ha insistido en que la represión no puede dividir el independentismo y ha exigido una "unidad anti-represiva y no actuar como reacción sino propositivamente". Aragonès tiene previsto reanudar la próxima semana, podría ser el lunes, los encuentros con los tres partidos independentistas que se tuvieron que aplazar. La intención es, como conclusión de estos encuentros, exponer el 14 de febrero en una conferencia su propuesta para avanzar hacia la independencia.