Las reuniones que el president, Pere Aragonès, ha programado para rehacer la unidad del independentismo empiezan con mal pie. La CUP ha anunciado una hora antes del encuentro previsto para las doce y media que no acudiría a la reunión en el Palau de la Generalitat en protesta por la detención de cuatro activistas en defensa al derecho a la vivienda que se ha producido esta mañana en Barcelona. A la hora prevista para el encuentro, los diputados anticapitalistas han convocado una atención a los medios delante de la comisaría de Les Corts, donde se encuentran los detenidos.

"La CUP-NCG manifiesta que no comparten el enfoque de legislatura del actual gobierno de ERC y JxCat. La formación llegó a unos compromisos de mínimos en relación con la protección del derecho en la vivienda, que los hechos constatan que a día de hoy no solo no se están cumpliendo sino que van en dirección contraria, ya que se siguen priorizando los intereses de los fondos buitre y de los especuladores a los de la mayoría de la población", señalan en el comunicado, donde manifiestan el rechazo a "la represión que se está llevando a cabo contra el movimiento por la vivienda y sus integrantes".

El detonante de esta situación se ha registrado esta mañana, cuando los Mossos han detenido a tres hombres y una mujer, a los cuales han acusado de desórdenes públicos por su participación el pasado 25 de mayo en una protesta contra un desalojo, durante la cual se lanzó pintura contra los agentes de la Brigada Mòbil. 

 

Rehacer la unidad

La reunión de Aragonès con los cupaires era la primera que había convocado al president dentro de la ronda de contactos que ha anunciado con los partidos y las entidades independentistas para rehacer la unidad de este movimiento. El objetivo era hacer balance del primer año de legislatura después de las elecciones del 14 de febrero del año pasado, en que por primera vez las fuerzas soberanistas consiguieron el 52% de los votos y la mayoría absoluta de los escaños. La voluntad de Aragonès es exponer su propuesta para relanzar el proyecto independentista en una conferencia el próximo 14 de febrero.

No obstante, después de las detenciones de hoy, la CUP reprocha al ejecutivo que "mientras no se garantice el derecho a la vivienda, este gobierno sigue participando en la persecución contra lo único que lo defiende y lo garantiza". "El Govern de la Generalitat no puede seguir tratando la emergencia habitacional como un problema de orden público, enviando a los Mossos d'Esquadra a participar en los desahucios, ni deteniendo a activistas en defensa de derechos fundamentales", advierte.

Los cuparies insisten en su comunicado que el Govern tiene que responder con medidas sociales a la emergencia habitacional. Asimismo exigen "el fin de la represión" y parar inmediatamente la participación de las brigadas antidisturbios en los lanzamientos.

Esta situación se añade a la tensión que se vive en el Parlament a raíz de la decisión de la Junta Electoral Central de retirar el escaño del diputado cupaire Pau Juvillà, en relación con la cual la presidenta del Parlament, Laura Borràs, tendrá que dar explicaciones a la JEC este viernes.