PSOE y ERC exploran los últimas días un pacto que haga posible el retorno de los republicanos a la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez y que facilite una nueva prórroga del estado de alarma. Después del voto contrario de la semana pasada, que supuso un toque de alerta para los socialistas, la Moncloa ha reactivado el equipo de negociación de la investidura y ya ha mantenido como mínimo dos reuniones con los republicanos. Sin embargo, hoy por hoy, el coordinador nacional del partido, Pere Aragonès, asegura que todo está "muy verde" y que hay "mucho trabajo que hacer".

Así lo ha asegurado en una entrevista en Ràdio 4, donde ha recordado las condiciones que su partido ha puesto sobre la mesa para replantearse su posición: retorno de las competencias a la Generalitat, una prestación estatal para las familias que tengan que ir a trabajar y tengan menores a cargo y que los ayuntamientos puedan ampliar su gasto a través del superávit. Además, los republicanos también piden reactivar la mesa de negociación entre gobiernos sobre el conflicto catalán.

Sobre este último punto también ha hablado el líder extramuros de los republicanos y vicepresident del Govern, que ha defendido que se tendría que hacer una nueva reunión en cuestión de semanas. "No lo tenemos que dejar para el otoño, tiene que ser en las próximas semanas", ha defendido Aragonès, que ha pedido al PSOE una "fecha razonable" en la medida en que se vuelva a una "cierta normalidad". Según el dirigente republicano, la situación de estado de alarma no puede continuar de manera indefinida y ha subrayado la importancia de fijar un plazo y un horizonte.