Se conjuraron para cerrar filas y así es. Los Mossos d'Esquadra se han blindado del debate político y esta mañana han hecho una nueva reunión de comandantes. 200 jefes de diferentes rangos del cuerpo se han reunido con el major, Josep Lluís Trapero, para analizar estos días de disturbios, seguir trabajando la respuesta policial y afrontar su evolución.

Han hablado la cúpula del cuerpo, los servicios implicados y también mandos del territorio.

Y en un momento de la reunión se ha hecho un aplauso en reconocimiento a los 17 mossos de Vic, al resto de mossos que han resultado heridos, a los policías locales de Lleida que fueron atacados y al guardia urbano de Barcelona que tuvo que huir de la furgoneta que querían quemar el sábado.

 

"El aplauso también incluía a las personas que han resultado heridas en los disturbios de los últimos días", dicen los Mossos d'Esquadra en un comunicado que han hecho público después de la reunión.

El major Josep Lluís Trapero ha reunido a los 200 mandos del cuerpo en una nueva reunión de análisis de las protestas que continúan desde la detención y encarcelamiento de Pablo Hasél.

Las convocatorias y los incidentes no cesan, y se ha llegado a un punto de más violencia. Si el ataque a la comisaría de Vic fue un toque de atención, el incendio de la furgoneta de la Guardia Urbana el sábado, con un policía dentro, ha hecho saltar todas las alarmas. Tanto Interior como el Ayuntamiento dicen que la colaboración policial es inmejorable. Pero hoy los mandos que tienen que dirigir los dispositivos y los que están sobre el terreno se han reunido para analizar los hechos y la evolución de las protestas.

Trapero ha convocado a 200 mandos. Han hablado la cúpula, los servicios implicados y se ha escuchado al territorio. La reunión se ha hecho en Egara, el complejo central de los Mossos d'Esquadra en Sabadell.

Cerrar filas

Es la segunda reunión de gran formato que se hace en motivo de las protestas posteriores a la detención y encarcelamiento de Pablo Hasél. La primera fue el 19 de febrero, en la que el cuerpo se conjuró para blindarse de injerencias políticas. En aquella ocasión los mandos hicieron un bloque compacto sobre posibles injerencias políticas. El debate sobre el modelo de orden público, sus actuaciones estos días en las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél y el cansancio del cuerpo, que va arrastrando malestar desde el referéndum del 1-O, ha chocado ahora con las negociaciones para la investidura en que el debate político los ha vuelto a poner en el centro. En juego, el modelo de orden público, que ha entrado de lleno en las negociaciones para hacer gobierno entre ERC y CUP.

 

reunión mandos Mossos

Después de unos primeros días convulsos con el cuerpo al límite, la última semana se ha rebajado la tensión. La última reunión convocada por el major Josep Lluís Trapero con los máximos mandos del cuerpo, con todos los comisarios e intendentes, sirvió para "cerrar filas", según fuentes conocedoras de la reunión. Hubo "mucha unidad". Los mandos cerraron filas con los antidisturbios, se defendió y avaló la actuación de las unidades de orden público en la calle estos días, Brimo y Arro, y se destacó el trabajo que están haciendo en todo el territorio.

Como hoy, Trapero abrió turno de intervenciones entre los mandos. Hasta 15 manos se levantaron e intervinieron en la reunión, donde se constató la necesidad de que los mandos estén más cerca de la base, más al lado de los agentes, para darles el apoyo que no están encontrando estos días de la cúpula política.