"Me muestro conforme con la pena." Con estas palabras el policía Ivan Racaj Fernández, adscrito a la Brigada de Información de la Policía Judicial de Barcelona, ha aceptado hoy una condena de un año de prisión por haber agredido al fotoperiodista Jordi Borràs, cuando caminaba por una calle de la ciudad, en dirección al Ateneo de Barcelona para cubrir un acto de Crida Nacional per la República, el verano del 2018. Inicialmente, el fiscal de Delitos de Odio, Miguel Ángel Aguilar; la abogada de Borràs, la penalista Carla Vall, y el abogado Joan Rafael Rabasco del Ayuntamiento de Barcelona, como acusación popular, le pedian dos años de prisión por el delito de lesiones con la agravante de discriminación por motivos ideológicos. En la vista de conformidad, el policía ha aceptado retirar la acusación que mantenía contra Borràs, al asegurar que primero lo increpó él. Además de la pena de prisión, durante cuatro años no se puede comunicar ni acercar a más de 500 metros al fotoperiodista y también tendrá que realizar dos cursos contra las actitudes violentas y de respeto a los derechos humanos. La rebaja de la condena, acordada por todos, ha estado porque el agente ya ha depositado los 7.000 euros de responsabilidad civil para Borràs, y además tendrá que abonar 4.500 euros de costas.

"Estoy muy contento porque se ha demostrado que me pegó por ser independentista y antifascista", ha declarado Borràs, al salir del juicio. Antes, en la misma sala se ha abrazado a su abogada. La magistrada del Penal16, Sónia Gutierrez Núñez, ha suspendido la entrada en la prisión advirtiendo al policía que si comete un delito, puede incurrir en quebrantamiento de la condena. Borràs ha explicado que fue "una agresión inesperada y por motivos ideológicos" y que ahora "harán todo el posible para que este agente no esté en el cuerpo" de la Policía Nacional. La Delegación del Gobierno en Catalunya informó de que se había abierto un expediente al agente  Racaj a la espera de la resolución de la causa judicial. El fotoperiodista también ha agradecido "a los 684 mecenas" que le ayudaron para sacar adelante el proceso judicial. Su abogada, Carla Vall ha lamentado que Borràs "haya tenido que esperar tres años y medio para demostrar que no hubo una pelea, sino que fue una agresión fascista hacia un fotoperiodista comprometido con los derechos humanos". Vall también ha agradecido el trabajo hecho por el abogado del Ayuntamiento y del fiscal especializado contra los delitos de Odio.

La agresión

La agresión pasó el 17 de julio del 2018, cuándo Borràs escuchó en su espalda los gritos de "Viva España" y "Viva Franco" y al girar el policía le dio varios puñetazos. Le rompió el tabique nasal, y lo que dejó extendido en el suelo. El agresor huyó deprisa y algunos vecinos lo persiguieron y lo retuvieron. Entonces se identificó como agente de la Policía Nacional, y mostró su placa. Como no se lo creían dijeron que esperara la llegada de los Mossos d'Esquadra, pero él se zafó y huyó. Cuando agredió Borràs el agente iba de paisano y  estaba fuera de servicios y había estado comiendo con otros agentes.  En el juzgado de instrucción excusó su acción diciendo que Borràs le provocó e insultó primero, a pesar de que  él no iba uniformado y, por lo tanto, no lo conocía de nada.  Se deduce que él sí que reconoció a Borràs. No llevaba el arma reglamentaria, no obstante, sí una navaja que perdió en su huida. Borràs pensó que el agresor era un miembro de algún grupo de la ultraderecha, a los que hace años sigue y fotografía y del cual ha recibido varias amenazas en actos públicos y en las redes sociales diciendo su nombre. Algunos medios indicaron que el agente era militante de Vox.

Caso anterior

Se da la circunstancia, que cuatro días antes de la agresión en la calle, el juzgado de lo penal 26 de Barcelona condenó a un año de prisión al dirigente del partido ultra Democracia Nacional Pedro Chaparro, por haber incitado a los asistentes a atacar a Jordi Borràs durante un mitin fascista el 12 de octubre de 2015, en la concentración del Día de la Hispanidad que realizan cada año en la montaña de Montjuïc.

Foto principal: Jordi Borrrà, a la izquierda, y el agente Racaj, hoy en el juicio /M.P.