La CUP clama siempre que la clave del procés constituent reside en que todo está abierto y que todo se puede debatir. Y en las últimas semanas, el manifiesto del grupo Koiné sobre el catalán como única lengua oficial de una República catalana, ha puesto sobre la mesa de nuevo el debate lingüístico. 

¿En la República catalana, el catalán tiene que ser la única lengua oficial?

Seguramente no. Este será uno de los debates más interesantes que podremos tener en el procés constituent. De entrada digo que seguramente no porque el occitano lo tendrá que ser seguro, ya que tenemos que hablar de República catalana y del Arán. Tenemos que atender a la situación de lengua minorizada que tiene el catalán y que tiene el occitano en el Arán, pero tenemos que atender también a toda una diversidad de realidad lingüística que existe en el país. Velar para que el debate no se vuelva ni racista ni purista, sino que se encuentre el equilibrio en la dignificación de las lenguas que han sido minorizadas y el reconocimiento de esta diversidad. Entiendo que el castellano es lengua materna de mucha gente, es lengua de uso en muchos espacios y que tendremos que encontrar el estatus que le damos.

Entonces no comparte las tesis del manifiesto Koiné...

Está hecho con una mirada muy académica y le echo de menos una cierta perspectiva de clase. Tienen que ir muy alerta al hacer determinadas manifestaciones o al atribuir determinadas responsabilidades a la gente en función de su lengua materna. Quizás tiene algunas expresiones desafortunadas, pero vaya, no creo que se tenga que sobredimensionar el manifiesto. Hemos sentido y hemos vivido como es que se humille tu lengua, sin embargo, también tendremos que ser cuidadosos de no hacer sentir mal a nadie en función de cuál sea su lengua. Que no hagamos pasar a nadie lo que hemos pasado nosotros.

Hemos ser cuidadosos de no hacer pasar a nadie lo que hemos pasado nosotros con la lengua

Defienden también construir la República desde una perspectiva de género. ¿Cómo se articula eso?

Sólo analizando el papel que tenemos las mujeres en todo el sistema productivo y reproductivo se entiende el funcionamiento del capitalismo. Por lo tanto, toda la alternativa al capitalismo se explica también desde la concepción antipatriarcal. A partir del procés constituent, sería la manera de dotar de mecanismos, no sólo de participación de las mujeres, sino que la cuestión de género pueda ser transversal en todos sus contenidos. También todo lo que tiene que ver con el sistema patriarcal, tendríamos que empezar a trabajarlo desde edades muy tempranas y seguramente tendríamos que hacer un gran pacto social.

¿La CUP debería tener candidato o candidata a la presidencia de la Generalitat?

No hemos tenido nunca. La CUP lo que tiene que mejorar son sus mecanismos internos a la hora, por ejemplo, de conformar órganos más paritarios. Ahora tenemos un grupo parlamentario con muchas mujeres, pero empezamos siendo 3 a 7. La nueva política ha venido a masculinizar las cámaras porque como sacas pocos diputados por circunscripción, y es muy habitual que los números uno, dos o tres sean hombres, pues acabas colocando a muchos más hombres. Tendríamos que contribuir también a generar un debate que fuera a corregir todas estas disfunciones.