La ANC quiere que la comisión del Parlamento Europeo sobre Pegasus incluya a España en sus visitas, después del inicio de los viajes de investigación a los países afectados por el software de espionaje. Entre estos viajes están Israel, Polonia, Hungría y los Estados Unidos, pero no el estado español. Es por esto que la presidenta de la Assemblea, Dolors Feliu, se ha mostrado sorprendida y preocupada. En una carta dirigida a los miembros de la comisión de investigación, Feliu ha criticado que los eurodiputados no hayan tenido "en consideración que el CatalanGate es el caso mayor de espionaje en Europa con uso de Pegasus".

 

La presidenta de la ANC ha denunciado "los crecientes dobles estándares de las instituciones de la Unión Europea en relación con las prácticas abusivas del estado español contra el movimiento independentista catalán, poniendo de relieve su deber de garantizar los derechos de toda la ciudadanía europea, incluida la catalana". Además, ha remarcado que "la vigilancia indiscriminada y arbitraria de un gobierno de la UE hacia la ciudadanía no puede quedar impune, especialmente teniendo en cuenta la falta de interés mostrada por el gobierno y las principales fuerzas políticas españolas al investigar estos abusos de poder y al depurar responsabilidades, habiendo incluso bloqueado la creación de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados español".

Proteger a los catalanes de Pegasus

Todo esto se traduce en una nueva "inacción de las autoridades españolas", de manera que Feliu ha puesto el foco sobre "la importancia de que las instituciones de la Unión Europea, en este caso el Parlamento Europeo, lleven a cabo una investigación neutral y extensiva de este espionaje masivo, y velen así por la protección de los derechos de las catalanas y los catalanes, que forman parte de la ciudadanía europea". "Están en juego ni más ni menos que el derecho a la libertad de expresión, la libertad de asamblea, el derecho a la privacidad y los derechos de la nación catalana en su conjunto. Como tal, también la reputación de la Unión Europea como proyecto basado en la democracia y los derechos fundamentales", ha concluido.

Hay que recordar que todo empezó con una investigación de Citizen Lab (y recogida por The New Yorker) que se hizo pública a mediados de abril y que revelaba como desde el 2015 las autoridades españolas habían llevado a cabo escandalosas acciones de vigilancia con el software israelí de espionaje Pegasus. Es lo que se denominó CatalanGate y que afectaba como mínimo a 65 líderes y activistas independentistas, así como a sus familiares, abogados y periodistas. Se trata de un escándalo que ha sido denunciado por organizaciones mundiales como Amnistía Internacional para ser un ataque flagrante contra los derechos fundamentales y los principios democráticos.