La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha manifestado este sábado que después del 21-D "reconocerá "únicamente" al presidente legítimo surgido del 27-S de 2015 y al Govern que este designe".

La entidad soberanista justifica su posición dado que ni el president ni el Govern "legítimo" han acabado su legislatura ni han dimitido de forma voluntaria.

De esta manera, sólo reconocerán un ejecutivo formado por fuerzas independentistas, pero que pueda estar "abierto al apoyo de otras candidaturas que apoyen" la implementación de la República. La consolidación del nuevo estado, la restitución del Govern "legítimo" y el inicio del proceso constituyente son, así, los puntos irrenunciables de la ANC para reconocer al nuevo ejecutivo.

En este sentido, la entidad se muestra totalmente contraria a que después del 21-D "formen parte del Govern de Catalunya aquellos que, activamente o pasivamente, hayan apoyado a la aplicación del artículo 155".

Ante unas elecciones que la ANC reitera que son "ilegítimas", la entidad también ha mostrado su "profundo desacuerdo" con las declaraciones "individuales o colectivas" provenientes del lado independentista "que insinúen pactos postelectorales con fuerzas no independentistas o esté para intentar vías lentas con una legislatura autonómica de 4 años".

Agusti Alcoberro - SergiAlcazar

El vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, en la sede de la entidad. Imagen: Sergi Alcàzar

Este es el comunicado entero que ha enviado hoy la ANC a sus asociados:

En la Assemblea Nacional Catalana tenemos claro que la mayoría PP, PSOE y C's en las Cortes Generalas hace absolutamente imposible un cambio de la Constitución española, tanto a corto como a largo plazo, que nos beneficie como pueblo, y que continuando dentro del Estado español nos condena a la decadencia y la frustración, y a seguir teniendo represión y persecución política y vulneración de derechos fundamentales.

Por lo tanto, ante la ausencia de un acuerdo mínimo de puntos programáticos, la ANC manifestamos:

  • Nuestro profundo desacuerdo con cualquier declaración individual o colectiva proveniente de las listas independentistas que genere confusión y dudas, que insinúe pactos postelectorales con fuerzas no independentistas o esté para intentar vías lentas con una legislatura autonómica de 4 años.
  • Que nuestro supuesto silencio o neutralidad en nuestros mensajes de campaña electoral no se interpreten como una complacencia o complicidad hacia las manifestaciones individuales o colectivas provenientes de las listas independentistas. Nosotros no tenemos intenciones partidistas ni las tendremos y trabajaremos para asumir compromisos firmes por parte de las candidaturas independentistas.
  • Pedimos a nuestros socios y simpatizantes que sean conscientes y consecuentes que el voto que depositarán sea claramente e indudablemente independentista, o sea, el voto de la implementación de la República Catalana.

En vista a la gestión posterior a los resultados de estas elecciones, queremos hacer constar explícitamente lo siguiente:

  1. Puesto que el presidente y el gobierno legítimo de Catalunya no ha acabado su legislatura ni ha dimitido voluntariamente, después del 21-D la ANC reconocerá únicamente al presidente legítimo surgido de las urnas del 27S de 2015 y al Gobierno que este designio. En otras palabras, sólo reconocerá aquel gobierno formado por fuerzas independentistas, abierto al apoyo de otras candidaturas que apoyen al proyecto de implementar la República Catalana. Sólo de esta manera se anulará la acción ilegítima e ilegal que el artículo 155 ha producido a las instituciones catalanas.
  2. No aceptaremos en ningún caso que, en la gestión posterior, formen parte del gobierno de Catalunya aquellos que, activamente o pasivamente, hayan apoyado a la aplicación del artículo 155.
  3. La ANC dará apoyo a las fuerzas políticas que se comprometan públicamente a todos los puntos siguientes:
    • La consolidación de la República.
    • La restitución del gobierno legítimo.
    • El inicio del proceso constituyente.

El día 27 de octubre se declaró la República catalana pero no se hizo efectiva. Al cabo de dos días nos encontrábamos con medio gobierno catalán encarcelado, el otro medio en el exilio, un golpe de estado en forma de artículo 155 aprobado por el Senado español y unas elecciones convocadas por el presidente español.

Desde el primer momento manifestamos que estas elecciones no las considerábamos ni legales ni legítimas porque quién las ha convocado no tiene potestad legal para hacerlo ni ostenta la representación del pueblo de Catalunya. Además, la vulneración y la anomalía en el procedimiento democrático normal es evidente:

  • la Junta Electoral es claramente parcial (sólo están PP, C's y PSOE)
  • el Gobierno de España, el convocante, es descaradamente beligerante contra de los partidos independentistas.
  • los medios de comunicación españoles, públicos y privados, decantan la balanza hacia el mismo lado mientras se exige escrupulosa neutralidad a los medios públicos catalanes.
  • hay una estrategia de persecución ideológica y judicial de los planteamientos republicanos
  • algunos de los candidatos independentistas, unos están en prisión y otros en el exilio, sin poder hacer campaña o haciéndola con muchas dificultades.
  • Finalmente, el Gobierno de España no quiere aclarar si finalizará o no la aplicación del artículo 155 el día 22 de diciembre, una vez proclamados los resultados de las votaciones.

No obstante, en el contexto descrito, las elecciones del 21 de diciembre son una oportunidad de recuperar y restablecer las instituciones catalanas ilegalmente usurpadas y el gobierno legítimo injustamente cesado. Igualmente, las votaciones son una oportunidad para hacer público, otra vez, el apoyo de la mayoría del pueblo de Catalunya al gobierno legítimo salido de las urnas el día 27 de septiembre de 2015.

Ante las próximas elecciones del 21 de diciembre, en una situación excepcional de ocupación de la Generalitat con presos políticos y exiliados, se han presentado varias candidaturas independentistas. Como hay varias listas, se están produciendo desavenencias o tensiones políticas como era previsible. Y, en vista de que no hay un acuerdo mínimo de puntos programáticos, hace que la ANC no se quede indiferente: nos toca decir qué queremos y qué no queremos, y que las listas independentistas tomen nota de ello.

Secretariado Nacional

Assemblea Nacional Catalana