La próxima semana el juicio al procés quedará visto para sentencia. Tal como adelantamos en ElNacional.cat, las entidades y los partidos independentistas invitarán a la ciudadanía a volver a llenar las calles con concentraciones de protesta para el día que acabe, si nada cambia, el 12 de junio.

La convocatoria será a las 20h, miércoles o jueves ―en función de cuándo el Supremo baje el telón definitivamente― y la movilización tendrá un formato descentralizado. Habrá un acto principal en la plaza de Catalunya de Barcelona, pero se reproducirán a su vez por todo el territorio. Todas las concentraciones tendrán un mismo lema unitario, "Libertad: la autodeterminación es un derecho", se pronunciarán discursos y se leerá un comunicado. Todo ello será el preludio de la gran movilización masiva prevista para cuando se conozca la sentencia firme, a partir de septiembre. 

Otro de los puntos calientes será el Arc de Triomf de Barcelona. Como ya hizo con su primera intervención ante el Supremo, Òmnium volverá a instalar una pantalla gigante para seguir las declaraciones finales que harán su presidente Jordi Cuixart y el resto de presos encausados, que tienen derecho a un último alegato para cerrar el juicio. La proyección en directo se hará también en Tarragona, Lleida y Girona. Pero aún hay más, las entidades preparan una marcha para el 2 de julio en Estrasburgo, ante el Parlamento Europeo, el día que tomarán posesión los eurodiputados, para exigir que no se vete a los presos y exiliados electos (Puigdemont, Junqueras y Comín). La ANC ya está organizando los autocares para el desplazamiento. 

La ANC y el Òmnium ya organizaron una ola de movilizaciones cuando arrancó el juicio, el 16 de febrero en Barcelona y el 16 de marzo en Madrid, ambas bajo el lema "La autodetermoinación no es delito". Ahora vuelven a arremangarse, impregnados cada vez más por el pesimismo de que la sentencia no será nada favorable, al contrario.

Acompasar la "respuesta de país"

La gran pregunta que se hace el independentismo es, más allá de manifestarse, cómo habrá que reaccionar a la sentencia en caso de que, como todo indica, no sea absolutoria. El president de la Generalitat ha iniciado un brainstorming con partidos y entidades para tejer una respuesta consensuada o, cuando menos, lo más consensuada posible. La ANC y Òmnium inauguraron este martes la ronda de contactos para definir la estrategia de cara a los próximos meses. Torra se reunió con sus respectivos líderes por separado. La primera conclusión es que hay un denominador común y que este es que hay que recoser la unidad, ir a la una, con el mínimo de fisuras. La cuestión es cómo se pasa de proclamar esta intención a ponerla en práctica. De momento, todos coinciden en dos palabras: "unidad estratégica".

Una vez se conozca la sentencia, las entidades organizarán una gran movilización, pero más allá de eso, una de las opciones encima de la mesa es que el president convoque elecciones. En la ANC se debate internamente la conveniencia de exigir este adelanto electoral a Torra, pero por ahora su presidenta, Elisenda Paluzie, ha aflojado el pressing. Desde la organización se opta de momento por dar margen al Govern para recuperar la unidad estratégica y evitan poner corsés ni imponer plazos. Eso sí, la ANC ha trasladado al Govern la necesidad de persistir en la unilateralidad y no esperar de brazos cruzados que llegue un referéndum pactado que ven inalcanzable. En el caso de Òmnium, insisten en que lo más importante será que sea cuál sea la respuesta, ésta sea lo más unitaria posible.

En privado, desde las entidades confiesan que a pesar de no ser excesivamente optimistas, sí que confían en que la contundencia de la sentencia acabará de empujar a la unidad a todos los actores políticos independentistas aunque sea por la fuerza.