El anarquismo catalán ha roto el silencio después de que los Mossos hayan responsabilizado a este movimiento de instigar y liderar los disturbios que se produjeron en las protestas de rechazo al encarcelamiento de Pablo Hasél. En un comunicado firmado por Embat, Batzac, la CGT, la Federación de Estudiantes Libertarios y Dones Llibertàries, los anarquistas denuncian la criminalización del movimiento y acusan tanto a los Mossos como a los medios de comunicación de ser los responsables.

Este es el primer pronunciamiento público del movimiento después de que los Mossos detuvieran el sábado pasado a ocho anarquistas, muchos de ellos italianos, por los disturbios en Barcelona. Ayer mismo, el juez decretó prisión provisional para ellos por riesgo de fuga y de reiteración delictiva.

"Exigimos la libertad sin cargos de los anarquistas encarcelados y de todas las activistas y militantes. Luchar por un mundo mejor no es delito, es totalmente legítimo e imprescindiblemente necesario", reivindican.

Conscientes de que una parte de la sociedad los acusa de querer el caos por su condición de antisistema, los anarquistas aclaran que "el caos que genera la ley de la selva" se produce actualmente "con el sistema capitalista". "Queremos un mundo mejor y por eso levantamos sindicatos, ateneos, organizaciones y cooperativas. Por eso creamos comunidades de lucha en barrios y pueblos, en empresas y centros educativos", explican.

Sin esconder los disturbios de las protestas, el comunicado acusa la clase política, policial y mediática de generar la "violencia cotidiana", que es el origen, a su parecer, de los destrozos. Y ponen como ejemplo los desahucios, la precariedad laboral, la violencia machista, el racismo, la homofobia y los recortes, entre otros.

Mutilación de un ojo

Las organizaciones libertarias contrastan también el interés generado por "la pequeña quema del furgón de la Guardia Urbana de Barcelona" con que "nadie se preocupa por la chica a quién mutilaron el ojo y que no podrá recuperar". "Ninguna investigación, ninguna responsabilidad," denuncian.

Lo cierto, sin embargo, es que el conseller de Interior, Miquel Sàmper, confirmó ayer en sede parlamentaria que tanto el Departamento como el cuerpo se habían puesto a disposición de la familia y la defensa de la víctima.

Finalmente, los anarquistas critican con la criminalización de su movimiento se ha repetido "el mismo discurso de las operaciones Pandora y Piñata: anarquistas violentas con libros y cinta adhesiva". Por el contrario, recuerdan que se han encontrado armas de fuego en detenciones de grupos neonazis.

 

Imagen principal: Un manifestante ataca una sede bancaria en Barcelona en las protestas proHasél / Sergi Rugrand