Amnistía Internacional Catalunya ha publicado un informe donde denuncia "el uso excesivo de fuerza" policial en Catalunya, y ha hecho un llamamiento urgente a las autoridades para que "desescalen la tensión y garanticen el derecho de reunión pacífica".

La entidad ha hecho el escrito con motivo de las movilizaciones y manifestaciones que están teniendo lugar en Barcelona y en el resto de Catalunya después de la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo contra a los 12 líderes políticos y activistas catalanes, y de los incidentes que se han producido por las noches.

Amnistía Internacional ha reconocido que "la naturaleza de las movilizaciones ha sido eminentemente pacífica, y aunque se han producido algunos actos de violencia que han puesto a algunas personas en riesgo, las fuerzas de seguridad tienen que actuar con moderación... y de manera proporcionada ante posibles brotes de violencia".

"Somos conscientes de los retos a los cuales se tienen que enfrentar las fuerzas de seguridad, pero el uso excesivo de la fuerza y la utilización inadecuada de material antidisturbios por parte de miembros de la policía nunca puede estar justificado", ha indicado.

Un equipo de Amnistía Internacional estuvo sobre el terreno en las protestas públicas el 14 de octubre y pudo documentar, según explica, varios casos de uso excesivo de la fuerza contra gente que no suponía ningún riesgo, incluyendo a periodistas y personas que ya habían sido inmovilizadas por los agentes de seguridad.

Apunta que según información proporcionada por el Departament de Salut de la Generalitat, 394 personas han sido atendidas por los servicios de emergencia, incluyendo a 139 miembros de las fuerzas de seguridad. Para Amnistía Internacional en estos momentos, lo prioritario es reducir la tensión y que todo el mundo pueda expresar su opinión de forma segura.

La organización ha documentado casos en que pelotas de goma o de foam han sido disparadas a muy poca distancia para dispersar multitudes, o bien que se han utilizado en lugares semicerrados, como el parking o los alrededores del aeropuerto de Barcelona. Como consecuencia de ello, dos personas resultaron heridas de gravedad el 14 de octubre en el aeropuerto de El Prat.

"Es muy preocupante la forma como está siendo utilizando el material antidisturbios en el marco de estas protestas. Es fundamental que todas las fuerzas de seguridad muestren una inclinación total a los principios de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza por responder a los actos de violencia de forma apropiada, y facilitar que los que se conducen de forma pacífica puedan continuar la protesta», ha declarado Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional en Europa.

Los estándares internacionales sobre uso de la fuerza dictan que las pelotas de goma o de foam nunca tienen que utilizarse contra manifestantes pacíficos o en situaciones donde también puedan resultar heridas otras personas ajenas a las protestas, recuerda.

Amnistía Internacional también ha constatado sobre terreno la utilización de una práctica policial coloquialmente conocida como carrusel, que consiste en hacer avanzar los furgones policiales hacia una concentración de personas para que se dispersen. La organización considera que estas maniobras revisten un elevado nivel de peligrosidad para los manifestantes.