El economista Santiago Niño Becerra ha advertido que la prima de riesgo española está creciendo porque "la confianza que transmite la economía española está cayendo". "Si la prima de riesgo de España está subiendo, además de por el aumento de los tipos, es porque la confianza que transmite la economía de España está cayendo. Por eso para prestar dinero a España o para renovarle la deuda, los inversores le hacen pagar más", ha señalado.

Según Niño Becerra, la solución para esta situación sólo puede ser una, afrontar la realidad de la economía española: "Reduciendo el déficit y disminuyendo la necesidad de deuda, es decir, subiendo impuestos y recortando (perdón: consolidando) gastos. Que es lo que hace tiempo que comentamos que es lo que va a pasar", ha señalado.

Coincidiendo con esta situación, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reinvertir hoy parte de los ingresos obtenidos a través del programa de compras antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) para frenar el incremento de las primas de riesgo y el encarecimiento de la deuda pública en algunos países de la eurozona, entre ellos el Estado español. Después de una reunión extraordinaria celebrada este miércoles, el consejo de gobierno del organismo monetario ha optado por ser "más flexible" en cómo se invierten los recursos con el objetivo de "preservar el funcionamiento de la política monetaria". Por otra parte, el BCE también se ha comprometido a acelerar la puesta en marcha de un nuevo instrumento que contribuya a la estabilización de los mercados.

La deuda española llegó en abril a 616.510 millones, ante los 336.440 que registraba el febrero del 2020, antes de los estímulos para combatir el impacto económico de la covid. La prima de riesgo española llegó martes a los 140 puntos y superó el 3% a diez años. Además de preocupación en España, también hay en Bruselas por el conjunto del sur de Europa. Grecia ha superado el 4,5%; Italia, el 4%, y Portugal, el 3%. El BCE daba por hecho que la prima de riesgo de los países del sur se ampliaría porque tenía que reflejar la situación de sus finanzas. No obstante, pensaba que lo podrían superar con una carta: una temporada turística que parece excepcional y que evitaría que entren en recesión, según El País. Pero no ha acabado de funcionar.