La democristiana CDU y los socialdemócratas del SPD han acordado el plan de reestructuración alemán, que será el más ambicioso desde la posguerra. Los dos grandes partidos alemanes han acordado bajar el IVA para favorecer el consumo, crear un bonus infantil por el que se pagarán 300 euros por niño, e invertir el 4 por ciento del PIB, es decir unos 130.000 millones de euros. El acuerdo prevé que se aplique este año y el próximo.
Del total de 130.000 millones, 120.000 los aportará el gobierno alemán, con la voluntad de reactivar la economía y el consumo de los alemanes.
Desde el 1 de julio, la tasa del IVA pasará del 19% al 16%, y la tasa reducida irá del 7% al 5%. El gobierno alemán ha pedido a las empresas que repercutan el beneficio en una rebaja de precios.
Además de eso, las familias recibirán 300 euros por cada hijo menor, a través de las prestaciones que ya se dan por hijos. Y habrá una reducción de la tasa EEG para las plantas de electricidad verde, con una partida de los presupuestos alemanes en este sentido. Existe también una partida de 25 millones de euros, limitada al periodo de junio a agosto, para las empresas de hostelería, como hoteles, restaurantes, bares y clubs que han sido especialmente afectados por el coronavirus.
Los municipios más diezmados por el coronavirus recibirán miles de millones de ayuda del gobierno. La mitad del déficit que se cree en los impuestos comerciales el 2020 y 2021 será compensado por Berlín. También se ha incluido un incentivo para comprar coches eléctricos, i se ha rechazado ayudar a los coches habituales.
Según las previsiones, el PIB alemán podría caer un 6,3% este año, pero el gobierno lo quiere aminorar con el plan de reactivación i entrar en crecimiento a finales del 2020.