"Bien recibido" se ha sentido el diputado del Partido Popular de Catalunya, Xavier García Albiol, en la reunión que ha mantenido este jueves con el fiscal de la sala jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza Aguado. Albiol ha acudido a Madrid para presentar una denuncia delante de este tribunal por la quema de banderas españolas, Francia y la Unión Europea, así como retratos del rey Felipe VI durante la Diada. Consciente de los recelos por una reunión con una personalidad judicial, este se ha defendido que sería un "atrevimiento" afirmar que el encuentro "sirve para presionar".
"Nosotros pedimos una reunión por el procedimiento normal", ha cerrado sobre la cuestión. El objetivo del PP es denunciar aquello que interpreta como un ataque a los símbolos y las instituciones españolas, por eso lamenta que la Generalitat, ni tampoco el president Carles Puigdemont, no "haya condenado" estos acontecimientos que habrían ocurrido durante la festividad del Onze de Setembre de este año. Albiol ha cargado sobre Junts pel Sí, asegurando que estarían condicionados por la CUP. "El Govern de Catalunya está condicionado por el partido del mechero y la gasolina", ha sentenciado.
Sobre la no renuncia de la exalcaldesa de València, Rita Barberá, a su escaño en el Senado, Albiol afirmó que era una "equivocación personal". Fuentes del PP catalán han afirmado que lo más conveniente sería que Rita dimitiera de este cargo, porque la situación del estaría desgastando personalmente, además de políticamente. Según las personas consultadas, existe unidad dentro del partido sobre este posicionamiento, pero también conciencia de que no puede ser obligada a hacerlo. El carácter de Barberá y su trayectoria la llevarían a quererse mantener en el Senado para evitar el escarnio popular.
Consciente de que los casos de corrupción acosan al PP, Albiol ha salido del paso asegurando que la cuestión de Jaume Matas en Balears, la de Barberá en València, Bárcenas en Madrid, entre otros, no deberían impedir la investidura de su líder, Mariano Rajoy. "Se dieron en el pasado, y son personas que no militan en el PP. Las responsabilidades políticas, tras dos elecciones generales han quedado más que expuestas", afirmó. A su juicio, penar la corrupción a través del proceso de investidura sería "una perversión" porque supondría una "perversión a la voluntad de los hombres y mujeres".