Después de que sin ningún tipo de peste|pudor el líder del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, soltara el viernes que quiere cerrar TV3 para abrir una televisión "con gente normal", hoy se ha plantado en Els Matins de TV3 para hablar de su campaña, pero se ha encontrado con un Lídia Heredia visiblemente molesta y fastidiada, que ha dado el pistoletazo de salida de la entrevista preguntando al popular si la gente de peluquería, maquillaje o ella misma no son gente normal.

Delante de eso, Albiol ha tenido que reconocer que "sí que son gente normal", pero ha insistido en varias ocasiones que "TV3 tiene un grave problema de imparcialidad", al mismo tiempo que ha puntualizado que, si fuera para él, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución española "sí que hubiera hecho algún tipo de actuación en los medios públicos".

Ahora bien. Cuando Albiol ya había cargado por activa y por pasiva contra el director de TV3, Vicent Sanchis, con argumentos del estilo "el director de TV3 es un activista del independentismo, no es uno de los mejores ejemplos", Heredia no se ha podido privar de reprochar al líder del PP catalán que el director de TVE, Eladio Jareño, fue jefe de prensa de su partido en la época de Alícia Sánchez-Camacho.

Albiol, que ha intentado eludir el tema de la televisión pública española amparándose en que "a mí ahora me importa hablar de Catalunya", ha acabado negando de manera instintiva y casi automática en un primer momento, pero después ha tenido que admitir que sí que había sido jefe de prensa de los populares justificando que si ahora dirige la televisión pública española es porque "él no ha posicionado nunca" y, lo peor, asegurando que "que una persona haya trabajado o no en un político, da igual".

Mensajes subliminales

Lamentándose de que "desde los medios públicos se tiran mensajes subliminales", el líder de los populares catalanes ha puesto de manifiesto que "el problema de TV3 es que está tomando partida desde que se ha iniciado el proceso" y ha soltado sin pelos en la lengua que él lo cambiaría prácticamente todo, incluso, la programación.

Según su opinión, "lo que corresponde es cambiar al modelo y ajustarnos a lo que creemos mejor en cada momento" y, siempre según sus palabras, ahora es el momento de tener "una TV3 y una Catalunya Radio que sean como la sociedad catalana: plural".

Precisamente por todo ello, el PP llevará al programa de la campaña para las elecciones del 21-D que "que queremos refundar los medios de comunicación con un modelo más imparcial". Un modelo imparcial que, según asegura sin tener en cuenta la diferencia entre tertulianos, presentadores de programas y colaboradores externos, "no admitiría hablar de presos políticos en una televisión pública".

Hablar de presos políticos —que los trabajadores de la televisión pública no hacen— o "poner en la fachada de TV3 un cartel de Òmnium o la ANC que dice democracia como si no hubiera en este país, no es ser parcial" y, ligado con eso, ha acabado lamentando que "ningún profesional de TV3 posicione a favor del constitucionalismo".