El líder del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, defiende en esta entrevista en El Nacional que una de las consecuencias del bloqueo institucional entre Catalunya y Madrid es que el Estado ha renunciado a Catalunya. Por este motivo, Albiol exige al próximo gobierno de España que recupere su presencia en Catalunya. Esta demanda llega cuando el Govern de la Generalitat avanza, presuntamente, hacia la desconexión siguiendo la hoja de ruta para construir la futura república catalana. El de Badalona también afirma que el Partido Popular de Catalunya será el mejor aliado de la Generalitat cuando se trate de defender los intereses de los catalanes en Madrid. Eso sí, siempre y cuando el Govern renuncie al proyecto independentista. En este sentido pide al president Carles Puigdemont que haga un esfuerzo para abrir el diálogo con Madrid. En clave de política española, considera que es injusto pedir a Mariano Rajoy que dé un paso al lado y reprocha a Pedro Sánchez que su ofuscación para ser presidente haya secuestrado la legislatura española y a Rivera que no sea de fiar. 

Acaba de coincidir con el president Puigdemont y con Mariano Rajoy en el homenaje a las víctimas de Germanwings. Un encuentro que llega tras un nuevo encontronazo entre el Govern y La Moncloa por el accidente de autobús en Freginals. ¿Cree que el malestar de Madrid está justificado? ¿Si usted hubiera sido el president Puigdemont, no le habría parecido oportuno recibir a Matteo Renzi?
Seguramente yo habría recibido al primer ministro italiano. No tengo tan claro si lo habría acompañado a lo largo de toda la visita, tratándose también de una visita privada. Aparte de las circunstancias concretas que se pueden encajar mejor o peor, yo apuesto por el diálogo. La Generalitat tiene que ser capaz de romper este bloqueo institucional con el Gobierno de España. Esta actitud no ayuda a resolver los problemas que tenemos en Catalunya y, por lo tanto, pediría al presidente de la Generalitat que cambie sus planteamientos y que apueste por el diálogo y por sentarse a hablar con el presidente del Gobierno central.

Seguramente yo habría recibido al primer ministro italiano. No tengo tan claro si lo habría acompañado a lo largo de toda la visita

¿Cómo es su relación con el president Puigdemont?
El diálogo con el presidente de la Generalitat es correcto. Tengo una buena relación, ya la tenía antes. Cuando nos reunimos, más allá de las evidentes discrepancias, quedó claro que yo estaba absolutamente abierto a abordar cualquier cuestión.

De todos modos continuamos en esta situación de bloqueo. Usted ahora ha iniciado esta etapa de liderazgo del PP en Catalunya, ¿qué estrategia tiene pensada para frenar el proyecto independentista? Hasta ahora sus predecesores han apostado por el inmovilismo y la mano dura, cero concesiones y el resultado ha sido nefasto: han perdido apoyo electoral y tenemos un Govern que tiene como proyecto de legislatura la desconexión.
Entre el Govern y el PP de Catalunya no hay confrontación aparte de la política. Las relaciones institucionales son correctas y las deseables. A partir de aquí, yo no aspiro a convertirme en la traba de nada. Aspiro a presentar un proyecto que sea capaz de atraer a personas que desde la transversalidad social se puedan sentir identificadas con el trabajo que estamos desarrollando.

Alguno de nuestros mensajes se ha interpretado erróneamente como una agresión a Catalunya 

¿Y por dónde pasa eso? Ahora mismo el PP es como un enfermo crítico en la UCI. Usted tiene que tener claro a quién quiere dirigirse...
A todas aquellas personas que se sientan españolas y catalanas y que no tengan como prioridad el debate nacional, sino que su preocupación sea cómo Catalunya puede salir adelante desde el punto de vista económico. En Catalunya el PP no tiene un problema de posicionamiento. Nuestro gran déficit ha sido la incapacidad de poder explicar bien lo que nosotros defendemos para Catalunya. En algunos casos por errores propios, en otros debido a presiones mediáticas.

Pero quién no se explica bien: ¿el PP estatal o el PP catalán?
El debate no es este. En muchas ocasiones nos hemos encontrado con que alguno de nuestros mensajes se ha interpretado como una agresión a Catalunya. A veces ha sido error nuestro, pero en la inmensa mayoría de casos el malentendido ha sido provocado por nuestros rivales. Yo creo que tenemos que tener la habilidad, aquí y en Madrid, de hacer entender a la población que eso no es así.

El Estado ha desaparecido de Catalunya. El próximo gobierno de España tiene que recuperar su sitio

¿A los independentistas también?
Hay un independentista de sentimiento a quien difícilmente se le puede convencer. Después hay aquella persona que a raíz de la crisis y debido a algún mensaje agresivo en determinado contexto en contra de lo que representa España, se ha dejado seducir. Por eso es necesario que el Estado recupere su presencia en Catalunya. Uno de los grandes problemas que hemos tenido a raíz de esta desconexión del sentimiento de pertenencia a España, ha sido que España como Estado ha ido desapareciendo en Catalunya. Nuestros rivales lo han sabido aprovechar. No me refiero sólo a la dimensión político-administrativa. También cultural, deportiva, mediática... Es un trabajo que, necesariamente, tiene que hacer el próximo gobierno de España. Yo insistiré porque para mí es una prioridad.

Catalunya captó en 2015, 4.783 millones en inversión extranjera, la cifra más alta desde el 2010. Este dato choca con una de sus premisas que es que el proceso soberanista perjudica la economía catalana.
Los episodios políticos que estamos viviendo en Catalunya no generan confianza entre los inversores. Eso no quita que la sociedad catalana es una sociedad muy dinámica y, a pesar de la crisis institucional y política que se vive en Catalunya, es capaz de seguir produciendo y generar riqueza. Esto nos ha permitido ser el motor de España. ¿De qué no seríamos capaces en una situación política estable? Sería espectacular.

Yo soy el primero que defiende un mejor modelo de financiación para Catalunya

¡Sí, pero somos una región rica pero que no llega a final de mes! ¿Qué nos pasa?
Los responsables políticos de Catalunya se tendrían que preguntar por qué pasa esto. Seguro que Catalunya merece un mejor modelo de financiación y yo soy el primero que lo defiende y reclama. En este aspecto, la Generalitat tiene en mí a su primer aliado. Ahora bien, siempre y cuando este nuevo modelo no sea un instrumento para seguir avanzando hacia la república independiente.

¿Pero no van tarde? El conseller Antoni Castells ya se peleaba en su época con Andalucía para conseguir una mejor financiación y ustedes decían que ni hablar...
Yo lo que digo ahora es que cambiando criterios, iremos necesariamente hacia un modelo más justo. Pero no puedes plantear demandas que impliquen más recursos cuando la situación económica es próxima a la quiebra, porque es insolidario. Es lo que hizo Artur Mas cuando fue a Madrid en 2012.

Pedir a Rajoy que dé un paso al lado es injusto; Mas se escondió para no dar la cara

En España se vive una situación de interinaje político como pasó en Catalunya. Aquí el president Mas dio un paso al lado. ¿Rajoy debería hacer lo mismo?
Plantearle a Mariano Rajoy que dé un paso al lado es tremendamente injusto. Hay una diferencia abismal entre Rajoy y Mas. Mas se presentó escondido en el número 4, para no dar la cara. A una persona que ha ganado las elecciones de manera clara, no toca hacerle determinadas peticiones. Rajoy tomará la decisión que él crea oportuna y tendrá el apoyo del PP de Catalunya.

¿Por qué en España cuesta tanto plantear un gobierno de gran coalición?
Hay dos factores. La gran dificultad está en la ofuscación de Pedro Sánchez para ser presidente. El PSOE tiene un candidato muy poco maduro con muy poco sentido de Estado que en lo único que aspira es a su supervivencia política. Y segundo, yo creo que nos falta cultura democrática. Todavía tenemos que avanzar en algunos aspectos que son propios de países con democracias consolidadas.

¿Cómo ve el papel del líder de Ciudadanos, Albert Rivera?
Parece que ha sabido jugar las nulas posibilidades de influencia política que tenía después de las elecciones y está haciendo una buena precampaña de cara a las elecciones. Pero todo este proceso ha evidenciado que Rivera no es una persona fiable. En campaña ha dicho una cosa y después ha hecho otra.

¿Quiere decir que habrá elecciones el 26 de junio?
Si tuviera que hacer una apuesta, apostaría a que los socialistas mantendrán su posición de bloqueo institucional y que iremos a una nueva campaña electoral. 

Con Rita Barberá tengo 'el corazón partido'

Uno de los principales lastres del PP es la corrupción. ¿Es partidario de pedir a Rita Barberá que dé un paso al lado?
En el caso de Rita Barberá tengo ‘el corazón partido’. Creo que ha sido la mejor alcaldesa que ha tenido Valencia y en estos momentos no tiene ninguna imputación judicial. Eso no quita, sin embargo, que la situación que se está viviendo la perjudica a ella y al partido. El partido ya le ha dicho públicamente y privadamente lo que corresponde. Yo lo que espero es que ella, que ama al PP y a Valencia, tome una decisión. No merece acabar su carrera política así.

¿Usted se presentará a la presidencia del Partido Popular de Catalunya?
Sí. Me gustaría que fuéramos a un congreso con la fórmula “un militante, un voto”.

¿Primarias?
No necesariamente. Opto para que todos los militantes que se inscriban puedan votar. Es lo que toca en un momento en el que hay una amplia demanda de participación ciudadana. Es el modelo que creo que es mejor para el PP de Catalunya. Yo he seguido las primarias de los socialistas y he visto cómo se ha coaccionado a militantes que se querían presentar a las primarias para que no lo hicieran. Y eso mientras públicamente defendían la participación de todos los militantes. Primarias es un término que está pervertido; apuesto por congresos abiertos donde los militantes puedan escoger en libertad.

Apuesto por un congreso donde todos los militantes puedan decir la suya: un militante, un voto 

En clave de estrategia, ¿en qué es mejor Ciudadanos que ustedes para arrebatarles tantos votos y haberlos desplazado como primera fuerza unionista en el Parlament?
Las medidas que ha tomado el Gobierno español para sacarnos de la crisis nos han pasado factura. El tema corrupción, a nivel general, también nos ha castigado. En este contexto, Ciudadanos ha tenido la habilidad de hacer ver que defiende mejor los intereses de aquellos que se sienten catalanes y españoles. Pero a la hora de la verdad ha sido el contrario. Durante la pasada legislatura, quien llevó la iniciativa con propuestas para defender una Catalunya fuerte dentro de España éramos nosotros y quien se apuntaba el tanto era Ciudadanos. 

¿Si las próximas elecciones son en clave plebiscitaria, apostaría por un bloque al estilo ‘Junts pel No’ con Ciudadanos?
No. Somos realidades diferentes. Ciudadanos es un partido que estamos viendo como vira hacia posiciones más cómodas y próximas a la política que defiende el PSC que nosotros. Eso sí, creo que es necesario que tanto Ciudadanos como el PSC como el PP, seamos capaces de ponernos de acuerdo. Yo lo he intentado y el PSC se ha negado y C's también.

Abrimos la puerta a todos aquellos militantes de Unió que crean en nuestro proyecto

¿Habría la posibilidad de ver alguna forma de coalición con Unió Democràtica en un futuro?
En estos términos no lo veo, pero abrimos la puerta a todos aquellos militantes de Unió que crean en nuestro proyecto. Uno de mis objetivos es que las personas que hasta ahora han confiado en Unió, lo hagan ahora en el PP. Pero no sólo de Unió, también del PSC y C's.