Los afectados por las tormentas que golpearon parte de Aragón el pasado viernes se han echado al cuello del presidente Jorge Azcón: "Un presidente no puede estar tres días desaparecido", le han recriminado durante una visita del político a uno de los municipios afectados. "No rías, ayuda," le ha dicho otro hombre a gritos, visiblemente enrabiado, antes de ser apartado por un agente de la Guardia Civil. Este ha sido el recibimiento de algunos de los vecinos de los municipios de las comarcas de Belchite, Daroca y Bajo Martín, donde más daños causó la tormenta. Todos coinciden en el principal reproche: la falta de ayudas urgentes para paliar los daños, estimados en seis millones de euros. Ha sido este lunes, tres días después de la catástrofe, que el presidente de Aragón ha dado la cara, ha recorrido algunas de las localidades más golpeadas y ha comprobado de primera mano el malestar de los vecinos.

"Estaríamos indignados si nos pasara lo mismo. Es un grito de ayuda que tenemos que escuchar y atender", ha reconocido Azcón a los medios, que ya ha avisado de que "no se podrán solucionar los problemas de hoy para mañana". En este sentido, ha indicado como prioridades del gobierno las tareas de limpieza, que se reforzarán con brigadas forestales y empresas privadas. Además, el presidente ha anunciado que el viernes se aprobará una batería de ayudas para los afectados y ha recordado que desde el sábado se está tramitando la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil. En este sentido, ha pedido al gobierno de Pedro Sánchez que dé el visto bueno a la iniciativa "tan pronto como se pueda". "Lo más importante que nos piden los vecinos es que no nos olvidemos de ellos", ha concluido.

Azcón responsabiliza a la AEMET: "Nos llegó una alerta naranja"

El presidente de Aragón se ha sacudido toda responsabilidad y ha señalado a la AEMET como responsable de la tragedia. Según dice, la Agencia Estatal de Meteorología falló en su previsión de la tormenta y se quedó corta emitiendo un aviso naranja sobre el fenómeno. "La realidad ha sido mucho más que una emergencia roja", ha expresado en declaraciones a los medios de comunicación en Almonacid de la Cuba, uno de los municipios que ha visitado este lunes. "Lo que llegó era una alerta naranja, ni siquiera una roja, y lo que ha ocurrido ha sido una de las emergencias más destructivas", ha insistido.