Plataforma per la Llengua, la ONG del catalán, denunció el pasado mayo un despido por parte de la empresa de supermercados Veritas en un establecimiento de Puigcerdà por hablar en catalán a los clientes. Aunque la misma empresa negó que fuera por hablar en catalán, si no que fue porque el periodo de prueba había finalizado. Ahora la trabajadora, Plataforma per la Llengua y la empresa han llegado a un acuerdo para evitar el juicio. Consiste en promover el catalán con medidas concretas, como "etiquetar sus productos en catalán, publicar el 50% del contenido en las redes sociales en esta lengua y formar a sus trabajadores en sensibilización y gestión lingüística".

Aunque la empresa ha ofrecido readmitir a la trabajadora despedida, ella prefiere no volver y será indemnizada. Al fin y al cabo, según Plataforma per la Llengua, permitirá que la empresa se adecue al Código de Consumo de Catalunya, que obliga a que los datos de etiquetado, instrucciones, embalajes y manuales de los productos distribuidos a Catalunya, así como las facturas y los presupuestos, sean, como mínimo, en catalán y en el mismo formado que el resto de lenguas que aparezcan.

Se añade a otras empresas y nombran a un "relator"

De esta forma, Ecoveritas se añadirá a la lista de empresas similares que ya utilizan el catalán en sus comunicaciones en las redes: Bonàrea, Bonpreu Esclat, Condis y Caprabo, entre otros. Con el fin de poder garantizar el cumplimiento de estos acuerdos, Ecoveritas nombrará a un interlocutor que velará por el seguimiento de los compromisos tomados. Previamente a este acuerdo, Ecoveritas ya había introducido el catalán en los tickets de compra, tal como había pedido Plataforma per la Llengua en reiteradas ocasiones, ya que hasta entonces estaban en castellano.

Choque de relatos con la empresa

A pesar de que el pasado mayo el fundador y presidente ejecutivo de Veritas, Silvio Elías, había negado categóricamente que la trabajadora fuera despedida, aunque Plataforma per la Llengua hizo público un audio en el cual el encargado del establecimiento reconoce que la han despedido por motivos lingüísticos, después de que dos trabajadores de la empresa se hicieron pasar por clientes y se quejaron de que la trabajadora les respondía en catalán, con el argumento alegal que ellos se habían dirigido en español. Sobre este hecho, Elías criticó que el audio está editado y tiene cortes que hacen que se pueda malinterpretar la conversación "que se ha registrado sin el consentimiento de la compañía".