La defensa del expresidente de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana, en prisión provisional en la cárcel de Picassent desde el pasado 24 de mayo por el caso Erial ha pedido por cuarta vez su libertad o un arresto domiciliario por la gravedad y el empeoramiento de su salud.

El caso Erial investiga delitos de blanqueo de capitales, cohecho, malversación y prevaricación en relación a adjudicaciones del Plan Eólico valenciano y de estaciones de ITV en la etapa de Zaplana como presidente de la Generalitat Valenciana.

En un comunicado han explicado que tras la última revisión a la que fue sometido en el hospital de La Fe de València, el médico que lo trata desde su trasplante de médula en 2015, Guillermo Sanz, advirtió de la «probabilidad de infección grave con riesgo vital cercana al cien por cien» y que un retraso de horas en su diagnóstico y tratamiento adecuado “comprometería seriamente su vida”.

Este informe del jefe de sección de Hematología Clínica y de la Unidad de Trasplante Hematopoyético alerta del empeoramiento de salud de Zaplana y pide que se tomen “las medidas necesarias para evitar un mayor deterioro”.

Se trata del tercer informe médico que certifica el peligro para la vida del exministro, según las mismas fuentes, que apuntan que, por ello, la defensa de Zaplana reiteró a la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de València que investiga el caso de la necesidad de dejarle en libertad o en arresto domiciliario.

“No podemos asegurar que los cambios continuos de tratamiento que se realizan en todas las visitas a este centro se actualicen de forma inmediata en el centro penitenciario”, añade el escrito médico, que incide en que al parecer “las actualizaciones de tratamiento no se efectúan de forma inmediata debido a las carencias de personal facultativo del centro”.

El comunicado recuerda que la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias denunció que en los últimos cuatro años la pérdida de un 15% de la plantilla en la prisión de Picassent.