Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, está hoy en Barcelona para participar en un desayuno de trabajo en la Societat d’Estudis Econòmics de Foment del Treball. Puig tiene previsto trasladar el discurso de la estabilidad y la confianza que ofrece el Pais Valenciano para los inversores. Es el mensaje del «momento valenciano» como contrapunto a la situación política y económica que ha atravesado Catalunya durante los últimos nueve meses. Una consecuencia de ella ha sido el traslado a València y Alacant de las sedes de importantes empresas catalanas. La presencia de Puig en la sede de la patronal es una forma de afianzar el vínculo y de atraer nuevas inversiones.

Puig, no tiene previsto ningún contacto con el Govern de Quim Torra, pero sí tomará el pulso a la situación con la cúpula empresarial catalana de cara a reabrir los puentes con el ejecutivo de PdeCat y ERC. Todo ello, en un momento especialmente complejo también en España, con la moción de censura a Mariano Rajoy que se debate hoy en el Parlamento Español.

Nada hace prever que se reanude pronto una comunicación fluida entre las dos presidencias de la Generalitat de Catalunya y la Valenciana. Puig y Puigdemont recuperaron la relación en 2016, después de años de desconexión con el PP, pero todo se enfrió cuando tomó fuerza el procés. Y aunque dirigentes políticos, como José Luis Rodríguez Zapatero, han sugerido en público que Puig tiene el perfil para mediar en la búsqueda de soluciones en el conflicto entre Catalunya y el gobierno del Estado, el presidente del Consell ha mantenido la distancia a pesar de las importantes relaciones económicas y culturales entre los dos territorios. La última visita de Puig a Barcelona fue el 2 de diciembre de 2017 como secretario general del PSPV. Acudió a la Convenció Federalista y estuvo con Miquel Iceta (PSC). Anteriormente, estuvo en Barcelona en la manifestación por la paz tras el atentado islamista de las Ramblas.