El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha considerado que la aplicación "sistemática y permanente" del artículo 155 en Catalunya no será la solución porque sólo generará "mayor confrontación", aunque "evidentemente hay que hacer cumplir la ley".

Puig se ha pronunciado así en un acto organizado por la Cadena SER en el cual también ha participado la presidenta de las Illes Balears, Francina Armengol. El president valenciano ha cuestionado la actitud "absolutamente radical" e "irresponsable" del gobierno catalán a la vez que ha defendido la actuación del gobierno de España, que intenta "acercar posturas", ha dicho.

El president valenciano ha afirmado, además, sobre el Consejo de Ministros del día 21 en Barcelona, que le parece "acertado" que se celebren reuniones del ejecutivo de Pedro Sánchez fuera de Madrid porque es "muy importante que se supere el centralismo anacrónico" y ha opinado que es un "gesto positivo" del gobierno de España con Catalunya.

Asimismo, ha dicho que le gustaría "mucho" que el Consejo de Ministros se reuniera en València, Alacant o Castelló de la Plana, y ha indicado que no entiende que se pueda ver como una provocación, por lo cual ha pedido que las instituciones desarrollen su actividad "con normalidad" y que se haga una "política de la racionalidad, no la política de las ultraemociones".

"Declaraciones impresentables e intolerables"

Para Puig, las declaraciones de su homólogo catalán, Quim Torra, de la semana pasada son "improcedentes, impresentables y solamente contribuyen a aumentar la tensión para nada". No se puede "tolerar" que los responsables políticos no sean conscientes del cumplimiento de la legalidad ni sean capaces de generar el marco de convivencia que exige la democracia. Un responsable político "no puede contribuir a la fractura social", eso es "terrible", ha alertado Puig, para quien si el gobierno de España intenta generar un espacio "confortable" y de diálogo y la respuesta es "cada vez más disonante, no habrá solución a medio plazo".

Además, ha reclamado a los gobernantes catalanes que asuman el marco estatutario y constitucional que les permite gobernar, porque cuando "se le da una patada al estado de derecho" no hay solución, y que orientan su acción en beneficio de la convivencia, en lugar de "atizar la fractura social".

Por último, Puig ha insistido en que intentar "dinamitar" los espacios de diálogo "no es el camino" y, preguntado sobre si sería partidario de ilegalizar los partidos que "quieren romper España", ha afirmado que no hay "que "criminalizar" las ideas sino a las personas o los partidos que "no aceptan las reglas del juego".