El expresidente de la empresa Metropolitana de Aguas Residuales de València (Emarsa,), Enrique Crespo, ha sido condenado a 10 años de cárcel, junto al gerente, Esteban Cuesta, que recibe la mayor pena, con otros 12 años de prisión. José Juan Morenilla (nueve años) e Ignacio Bernácer (tres años y medio). En el juicio han sido juzgadas 24 personas por malversar 23,6 millones de euros. La entidad pública quebró como consecuencia del saqueo y el servicio fue privatizado.

 El caso Emarsa es un caso de corrupción ejecutado por dirigentes y militantes del Partido Popular de la Comunitat Valenciana que salió a la luz pública a finales de 2011 cuando fueron imputados más de veinte personas, acusadas de saquear 23,6 millones de euros de los fondos de la empresa Emarsa creada por el Ayuntamiento de València y otros 17 municipios cercanos, que se dedicaba a depurar las aguas residuales del área metropolitana de València antes de librarlas al mar, o destinarlas al riego o a alimentar el parque de La Albufera.

Su principal misión era la gestión de la planta depuradora de Pinedo, situada entre València y el mar. Los dos principales imputados fueron el expresidente de la empresa, Enrique Crespo, que en febrero de 2012 se vio obligado a dimitir de sus cargos de alcalde de Manises y de vicepresidente de la diputación provincial, Esteban Cuesta, gerente de Emarsa, y exalcalde pedáneo de Benimament, nombrado por la exalcaldesa de València, Rita Barberá.