Los grupos parlamentarios del PP y Ciudadanos en las Corts Valencianas han criticado con dureza las declaraciones realizadas por Enric Morera, presidente del Parlamento valenciano, quien en el acto de entrega dels Premis Octubre denunció "el ensañamiento contra unos amigos encarcelados injustamente" al referirse a los presos políticos por el caso 1-0.

La síndica de Cs, Mari Carmen Sánchez, ha afirmado que "Morera, como máxima autoridad de una Cámara que representa a todos los partidos políticos y a todos los valencianos y valencianas, no tendría que expresar su opinión personal en un tema tan grave" y ha calificado de "inaceptables sus muestras de apoyo a los que quieren romper la convivencia entre españoles". Por este motivo, pedirán su reprobación como ya lo intentó PP hace unas semanas por otras declaraciones parecidas.

Casi de manera coordinada, el PP valenciano ha salido también en tromba contra el presidente del Parlament de Catalunya Roger Torrent, quien este fin de semana ha apostado por fortalecer las relaciones con el País Valencià. Durante su visita a las Corts Valencianas, donde fue recibido por su presidente, Enric Morera, y el presidente del Consejo Regional de Cerdeña, Gianfranco Ganau.

"Un pasado que nos hermana"

Torrent, que ha participado en el congreso La voz del Reino. 600 años de la Generalitat Valenciana, ha recordado que los dos territorios tienen "un pasado" que los "hermana", y una relación política que es "un proyecto de futuro". "A ambos lados del Maestrat tenemos que mirarnos más, hablar más y reconocernos mutuamente más".

Para Jorge Bellver, presidente del grupo popular en las Corts Valencianes", los actos de este sábado y domingo no han pasado desapercibidos: "Ahora es el presidente del Parlamento Catalán, Roger Torrent, el que lanza un mensaje de unidad y de futuro juntos entre el País Valencià y Catalunya", ha señalado Bellver. "Que además realice estas declaraciones en uno de los actos del 600º aniversario de la Generalitat es la demostración de lo que quieren y no esconden. Utilizar un acto institucional para convertirlo en una oda al independentismo catalán y una plataforma para defender a los que incumplen la ley y quieren acabar con la unidad de España es insólito y lamentable".