Ford está en crisis en Europa pero no en España. La marca americana facturó en el 2017 en España un total de 14.023 millones de euros (lo que supone un 8,3% más que el año anterior) y eso comportó un beneficio neto después de impuestos de 111 millones, según datos publicados por El Confidencial. Aunque la factoría ubicada en Almussafes, Valencia, tiene un buen comportamiento de negocio, el pasado mes de octubre Ford reunía a los sindicatos de Europa a Alemania para advertirles que se iba a tomar decisiones "difíciles y duras", un anuncio que se interpretaba como recortes en las factorías, y que en la planta valenciana de Almussafes ya se se ha plasmado en un ERTO. Este expediente afecta a 6.500 trabajadores, que cobrarán el 80% de los suyos salario, y ya está vigente desde el 9 de noviembre hasta el 31 de enero de 2019.

54 millones de euros en subvenciones de la Generalitat Valenciana

Ford es responsable de cerca de un total de 38.000 puestos de trabajo entre los 7.800 directos y unos 30.000 indirectos en el País Valencià. Nadie esconde que el Govern de la Generalitat es el primero interesado en asegurar el mantenimiento de la planta; y lo ha demostrado con hechos.

Así el Gobierno valenciano ha inyectado ya 19 millones a Ford en el 2018, 6 más del previsto, y más que se prevén para 2019, ya que se han presupuestado 23,3 millones, eso supondrá haber triplicado en tres años las ayudas públicas autonómicas a la multinacional y llegar a los 54,3 millones en ayudas durante esta legislatura. Para hilar todavía más delgado, también hay que añadir 12,2 millones más durante el mismo periodo en la línea anual que el Consejo mantiene con la Fundación para el Desarrollo y la Innovación.

Además de las ayudas autonómicas, recientemente se han conocido las estatales. Así el ministerio de Fomento ya ha garantizado a Ford la conexión ferroviaria con el ancho europeo, una conexión que supondrá 25 millones más de inversión.

Las fuentes consultadas señalan que las medidas que se plasman en la plantilla, hoy por hoy, son difíciles de entender si se busca su origen en las cifras de facturación y beneficios, o las ayudas públicas que está recibiendo la empresa automovilística.