València espera la llegada del barco Aquarius, en el que viajan 629 refugiados libios. La embarcación pertenece a la ONG francesa SOS Méditerranée. El barco está a 700 millas náuticas del puerto de València, unos tres días de navegación, y sin suministros para alimentar a todas las personas que están a bordo. Hasta el momento, tanto Italia como Malta le habían negado un puerto, pese a que la ONU así se lo había pedido, para desembarcar pese a que transporta a 629 inmigrantes, entre ellos 123 menores y siete embarazadas.

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El gobierno español ha autorizado que el barco venga a València atendiendo el ofrecimiento hecho por el alcalde Joan Ribó. “Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional", dice una nota difundida por la presidencia del gobierno español. “La acogida del Aquarius no va a suponer un efecto llamada", afirman.

Ribó había ofrecido el puerto de València para acoger a los 629 inmigrantes y refugiados a bordo del Aquarius, cuya entrada en Italia ha sido impedida por el ministro del Interior, Matteo Salvini. "Queremos evitar más muertes en el Mediterráneo. El primer edil ha recordado la condición de València como "ciudad refugio" y ha considerado "absolutamente inhumano que se deje un barco a la deriva en esa situación".

Algunas fuentes señalan que el capitán y los responsables de las ONG que operan el barco están a la espera de las instrucciones y recalcan que varios de los rescatados necesitan atención médica. El Centro de Coordinación Marítima de Roma dirige los rescates en esta zona del Mediterráneo y es él quien, según las normas de la mar, debe comunicar al capitán en qué puerto puede desembarcar a los migrantes

Otras fuentes apuntan a la posibilidad de que este martes se celebre una reunión en València a la que asistirán las organizaciones implicadas, el gobierno español (Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social) y la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, para coordinar la asistencia. Euskadi, donde gobiernan PNV y PSOE, y Navarra, gobernada por Geroa Bai, se han ofrecido a acoger. También Barcelona se había ofrecido a la acogida ante lo que Ada Colau ha calificado de "barbarie". “Pido organización a la Unión Europea en cuanto al fenómeno de la inmigración porque la gente igualmente viene, huye de la desesperación y del horror". "En lugar de atenderlos bien se pierde un montón de dinero en políticas de frontera que fracasan", ha lamentado Colau.

Según los datos de la Conselleria de Polítiques Inclusives de la Generalitat Valenciana, se dispone de 96 pisos, 192 habitaciones en domicilios particulares y más de 600 plazas en albergues, entre otros recursos. En global, alrededor de 1.400 plazas para personas refugiadas.