1.- Contra lo que sostiene el articulista, es radicalmente falso que “una de las familias que se enriqueció con la especulación urbanística de del barrio barcelonés de Baixamar son los Balanzó”, a cuyo digno linaje efectivamente pertenezco por parte materna.

2.- Contra lo que sostiene el articulista, es radicalmente falso tanto que “Textil Balanzó  cedió terrenos para la Villa Olímpica” como que “los Balanzó cobraron aquellos terrenos”. De hecho no existe ni ha existido jamás una empresa denominada Textil Balanzó, sino la sociedad “Balanzó Textil, SA”, perteneciente a una rama lejana de mi familia.

3.- Contra lo que sostiene el articulista, es radicalmente falso que esta última mercantil tuviese instalaciones fabriles ni terrenos en la zona de Diagonal Mar. De forma que la (imaginada por el articulista) “venta de los terrenos de esta empresa” es radicalmente falsa, y por ende falsa también cualesquiera relación con  ningún caso de (también imaginada) “corrupción” inmobiliaria de las empresas y apellidos que menciona.

4.- Contra lo que sostiene el articulista, es por tanto radicalmente falso que “la familia materna de Vidal-Folch” (por referencia a mi persona) se viese beneficiada por las actuaciones de ninguna “trama mafiosa”.    

5.- Contra lo que sostiene el articulista, es radicalmente falso que el relevo de las funciones del periodista mencionado (por mí decidido dada la  pérdida de confianza profesional como responsable de la edición catalana de EL PAIS) tuviera nada que ver con ninguna actuación de personas ajenas al diario, sino con la publicación de una noticia falsa y calumniosa (efectivamente sobre el grupo constructor Núñez y Navarro) que el diario rectificó inmediatamente para restablecer la verdad, como era su obligación.

6.- Contra lo que sugiere el articulista, es radicalmente falsa cualquier insinuación sobre ninguna relación personal mía ni con el exjuez Pascual Estivill ni con el juez Pablo Llarena (de quien dice falsamente, en curiosa expresión, que me “salvó el culo”) a quienes no he tenido ocasión de conocer.

7.- Contra lo que sugiere el articulista, es radicalmente falsa toda insinuación que alimente sospechas de corrupción sobre cualquiera de las ramas de mi familia.

8.- Es cierto que el padre de mi primera esposa fue el fallecido industrial Joan Vilà Reyes, quien fue objeto de un juicio injusto, sin garantías ni pruebas durante la dictadura, como el articulista, de oficio historiador, debiera conocer. Traer a colación el asunto para relacionarme con un “sonado escándalo de corrupción” por la vía de que “de la carne la carne y del vino la sangre” solo  ilustra la calificación moral del articulista.

9. Contra lo que afirma el articulista, es radicalmente falso que yo destile “odio contra el catalanismo”. Es pública y notoria mi posición de que la única versión del catalanismo que resulta reprobable es la que incurrió en corrupciones y la de aquellos que desde el poder autonómico han adoptado y apoyado decisiones que nos conducen a todos al precipicio.