Quien más quien menos, todos tenemos nuestras fobias. Hay quien tiene fobia a los aviones (aerofobia), hay quien tiene fobia a las serpientes (ofidiofobia), hay quien tiene fobia a los lugares cerrados (claustrofobia), hay quien tiene fobia a la felicidad (querofobia) y hay quien tiene fobia a todo lo que tiene que ver con Catalunya y los catalanes (catalanofobia). Tiene que haber gente para todo, si no, este mundo sería muy aburrido.

En este artículo me centraré en la catalanofobia, porque hay mucha gente que la padece en silencio, sin saber lo que le pasa. Un día, de repente, empiezan a vomitar después de oír que alguien pronuncia un pronombre débil y no saben por qué. Bien, pues hoy resolveré todas vuestras dudas.

La sintomatología de un catalanófobo es muy curiosa, puede ir desde cantar un Cara al sol hasta tirar un pantumaca (como lo llaman los catalanófobos) a la basura. En medio de estos dos extremos, sin embargo, hay toda una escala de grises a tener en cuenta y que son los que analizaré a continuación.

Un catalanófobo se caracteriza por sentir un miedo exagerado y una fuerte repulsión hacia todo lo que tiene que ver con Catalunya y los catalanes. Este miedo y repulsión se manifiesta de diversas formas según el nivel de exposición del catalanófobo a la catalanidad. Por ejemplo, si encierras a un catalanófobo en un aula donde se imparten clases de catalán para recién llegados, lo más seguro es que tengan que hospitalizarlo. No conozco a ningún catalanófobo que haya aguantado más de dos minutos en un aula de estas características.

La mayoría de catalanófobos tienden a negar la realidad y a crear una de imaginaria para poder soportar el sufrimiento que sienten cada vez que entran en contacto con Catalunya o los catalanes

Otra reacción muy habitual es la necesidad de decir "¿Qué pone en tu DNI?" cada vez que ven a alguien que come alioli o de afirmar que el catalán y el valenciano son dos lenguas diferentes cada vez que oyen una sardana. Así, sin venir a cuento. Otro síntoma muy característico es que tienen la sensación de que los persiguen cuando hablan en castellano en Catalunya y que están convencidos de que los catalanes hablamos en catalán para hacerles daño. Como podéis comprobar, el miedo hace que distorsionen la realidad, como ocurre en la mayoría de fobias.

También son usuales las erupciones cutáneas agudas en forma de granos y las fiebres altas cuando se expone a un catalanófobo a una bandera catalana o, en casos más extremos, cuando se les expone a una manifestación por la independencia de Catalunya, las obsesiones, como por ejemplo repetir "¡A mí, me hablas en español, que estamos en España!" sin cesar.

En definitiva, la mayoría de catalanófobos tienden a negar la realidad y a crear una de imaginaria para poder soportar el sufrimiento que sienten cada vez que entran en contacto con Catalunya o los catalanes. Son reacciones totalmente normales en el estado de pánico en el que se encuentran; la razón y la lógica, frente al miedo, se transforman en actitudes irracionales y esperpénticas.

Se han realizado muchos estudios para identificar las posibles causas de esta fobia, una de las más aceptadas es que los catalanófobos actuarían de este modo por miedo a los cambios ya la diversidad. No pueden soportar que haya alguien que hable una lengua diferente a la suya, les hace terror que un día vayan a un bar a pedir un café y no les entiendan, o peor, que les atiendan con una barretina en la cabeza y una zamarra.

Espero que esta explicación os haya servido para entender mejor la catalanofobia y que, en el caso de encontraros con un catalanófobo, tengáis más herramientas para poder ayudarle. Y, en el caso de que os hayáis dado cuenta de que sufrís catalanofobia, sepáis que no estáis solos, que hay mucha más gente de la que creéis que sufre la misma fobia que vosotros.