El 17 de diciembre el Govern decidió que entre el 21 de diciembre y el 11 de enero el confinamiento sería comarcal, con algunas excepciones como ir a una segunda residencia o a un establecimiento turístico. El 4 de enero, el mismo Govern anunció que a partir del 7 de enero el confinamiento pasaría a ser municipal y que ya no se podría romper ni para ir a segundas residencias o establecimientos turísticos. El día 5 por la noche, la alcaldesa de Barcelona, ​​Ada Colau, se fue a una casa rural de la Garrotxa, donde ya estaba su marido y sus hijos a pasar la noche de Reyes y a descansar hasta el día 11. Este es el relato de los hechos. Y la cuestión de la tormenta Filomena, que amenazaba con una nevada histórica, pero no precisamente en Barcelona, ​​la dejaremos de lado.

El caso es que Ada Colau y los comunes se han enfadado mucho porque algunos "medios digitales" —que debe sonar a menos rigor—, cuentas de Twitter y algunos partidos la criticaron, y han llegado a hablar de fake news. La alcaldesa —con Lídia Heredia en TV3— y su formación responden que Colau no incumplió ninguna normativa. Y es totalmente cierto. Y por eso se muestran indignados de que alguien se haya exclamado. Y aquí, modestamente y respetuosamente, discrepo. Porque, o bien es falso que se sorprendan o bien no entienden la fatiga que acumulan los ciudadanos. De hecho, lo que es extraño es que no haya habido más debate. Y que el que ha habido haya sido tan unánime. Como el caso del pleno de ayer en el Ayuntamiento de Barcelona. El gobierno municipal —comuns y PSC—, además de ERC, PP y Barcelona pel Canvi se molestaron porque se pone el foco en la vida personal de la alcaldesa. Sólo faltaría que Ada Colau no pueda pasar la noche de Reyes con sus hijos. Ahora, sobre la vida personal, perdonen, pero las administraciones están poniendo el foco en la nuestra desde marzo. Y también es sorprendente que el republicano Jordi Coronas se preguntara en el debate sobre la reprobación: "¿No se han desplazado en ningún momento fuera de Barcelona? ¿Nos reprobamos todos?". Pues hombre, a todos no, pero a usted quizá sí. Porque Colau ya ha demostrado que discrepa del confinamiento municipal, pero Coronas es del partido que pone esta restricción, que deben estar cumpliendo todos, supongo. Ah, ¡y Eva Parera pidió no dejar tocada de muerte la credibilidad de los políticos! Lo dijo el nuevo fichaje del PP, que hizo alcaldesa a Colau, y que antes iba con Ciudadanos y antes con Unió.

¿Incumplió la normativa Ada Colau? En absoluto. Pero es que no se trata de eso. Se trata de que a los ciudadanos se nos pide que no nos movamos de casa y que hagamos un sacrificio tras otro

En fin. ¿Atentó contra la salud pública Ada Colau? No, dirán unos, porque no hubo interacción social. Pero entonces no nos digan que los que van a su casa de la Cerdanya colapsan el Hospital de Puigcerdà, dirán los otros. ¿Incumplió la normativa Ada Colau? En absoluto. Pero es que no se trata de eso. Se trata de que a los ciudadanos se nos pide que no nos movamos de casa y que hagamos un sacrificio tras otro. Y lo que se critica a Colau no es que se salte la normativa. Es la falta de ejemplaridad. Le guste la medida del Govern o no. ¿Qué hubiera dicho la Colau activista si en lugar de la Garrotxa y una casa rural, esto ocurre con Artur Mas en un hotel de la Cerdanya?

Y si a Colau le parece mal un confinamiento municipal, como demuestra pidiendo el metropolitano, que lo diga. No, mire, yo no quiero dar ejemplo y sólo cumplo estrictamente porque no me gusta el confinamiento municipal. De hecho, no le falta razón cuando dice que demasiada gente se encuentra en la Barceloneta o en Collserola. Aunque, lo que se nos pide, como ella recuerda, es que no haya interacción social. Pero insisto, si no le gusta la medida, que ejerza de lideresa, alce la voz y diga también que en Castellfollit de la Roca viven 947 habitantes en 0,70 kilómetros cuadrados.